Un reciente informe del gobierno portugués señala supuestos delitos en el proceso de privatización de TAP Air Portugal, en aquel momento vendida al empresario brasileño David Neeleman.
Fundador de JetBlue y Azul, siendo esta última la que se convirtió en accionista de TAP, Neeleman compró la mitad de la aerolínea portuguesa en 2015, pero el acuerdo fue revertido en 2020 con la reestatización al inicio de la pandemia.
Ahora, la Inspección General de Finanzas (IGF), del Ministerio de Finanzas de Portugal, señala fraude en la compra realizada por Neeleman, afirmando que él habría utilizado el propio dinero de TAP Air Portugal para adquirir la empresa, según reporta nuestro medio asociado en Brasil, Aeroin.
Una fuente que tuvo acceso al documento informó al diario SIC Notícias que las obligaciones de inversión en la empresa fueron financiadas con dinero de Airbus. Neeleman habría solicitado un préstamo a la fabricante europea de aviones por un valor de 226 millones de dólares.
Como garantía, TAP compraría 53 aviones de Airbus, por un valor mucho mayor que el préstamo. Esto ocurrió cuando TAP sustituyó los A350 por los A330neo, además de encargar los aviones de pasillo único A320neo y A321neo.
En caso de que TAP desistiera de la compra de los aviones, tendría que devolver el monto de 226 millones de dólares, junto con intereses y una multa contractual. De esta manera, Neeleman no habría invertido su propio dinero en la aerolínea portuguesa.
En los medios de comunicación portugueses, también se menciona que Neeleman contrató una empresa de su propiedad para prestar servicios a TAP mientras era accionista, lo cual estaba prohibido. Sin embargo, no se han revelado detalles de este servicio.
Asimismo, se cita el caso de la compra de la estructura de VEM en Galeão (Río de Janeiro) y Salgado Filho (Porto Alegre). Varig Manutenção e Engenharia (VEM) se convirtió en TAP M&E en 2005, en una compra que, según el gobierno portugués, siempre generó pérdidas, a pesar de haberse realizado cuando la aerolínea aún era estatal.
SIC apunta que la compra de VEM sería una contrapartida para que TAP asumiera las rutas de la extinta Varig, aunque no existe respaldo histórico para esto, ya que Varig solo volaba a Lisboa desde Río y São Paulo, rutas que TAP siempre operó y que no tenían restricciones legales para aumentar frecuencias.
Hoy en día, TAP está nuevamente en proceso de privatización, con Lufthansa, Air France-KLM y IAG (British e Iberia) compitiendo para adquirir la mitad de las acciones de la aerolínea portuguesa.
Ver también: El CEO de Lufthansa se reunió con autoridades portuguesas por la venta de TAP Air Portugal