Airbus anunció que recortará hasta 2.500 empleos en su división de Defensa y Espacio tras enfrentar pérdidas sustanciales en sus operaciones de satélites. Esto representa el 7% de la fuerza laboral de la división, con recortes esperados para mediados de 2026. La empresa tuvo que asumir cargos por 1.500 millones de euros, en particular en el proyecto de satélites OneSat y por retrasos en otros proyectos de defensa.
El CEO de Airbus Defense & Space, Mike Schoellhorn, declaró: «Es hora de ser más rápidos, más eficientes y más competitivos». Airbus está respondiendo a las disrupciones del mercado, incluidas las demoras y sobrecostos. Los gobiernos de Francia, Alemania, Reino Unido y España han sido informados sobre la reestructuración, y se espera que sigan negociaciones con los sindicatos.
Este anuncio forma parte de una revisión más amplia de la eficiencia de Airbus, denominada «ATOM», que busca abordar los desafíos a largo plazo en el mercado espacial, el cual se ha vuelto cada vez más complicado debido a nuevas constelaciones de satélites que están alterando a los actores tradicionales.
Las dificultades que enfrenta Airbus reflejan los problemas más amplios en el sector aeroespacial. Spirit AeroSystems, un proveedor clave de Boeing, recientemente suspendió a 700 trabajadores debido a la huelga en curso de los maquinistas de Boeing. Al igual que Airbus, Spirit ha implementado medidas agresivas de reducción de costos, que incluyen la congelación de contrataciones y una reducción del 15% en gastos no laborales.
Los desafíos de la industria se ven agravados por las interrupciones en la cadena de suministro, cambios en los presupuestos de defensa y retrasos en la producción. Guillaume Faury, CEO del Grupo Airbus, destacó a principios de este año la presión sobre las plataformas tradicionales de satélites y defensa a medida que los gobiernos europeos desvían el gasto de defensa hacia otros sectores. A pesar del aumento en los presupuestos de defensa debido al conflicto en Ucrania, Airbus y Boeing aún no han visto beneficios, ya que los programas tradicionales de aviones militares han recibido poco de este aumento en el gasto.