Iran Air, la aerolínea nacional de Irán, ha suspendido todos sus vuelos a países europeos en respuesta a las nuevas sanciones impuestas por la Unión Europea. La aerolínea, que era la última compañía iraní que operaba rutas hacia Europa, incluyendo Francia y Alemania, se vio obligada a detener sus operaciones debido a acusaciones de transportar misiles y drones a Rusia en medio de la guerra en curso en Ucrania.
El 14 de octubre de 2024, la Unión Europea anunció nuevas medidas restrictivas contra siete individuos y siete entidades en Irán, incluidas Iran Air, Mahan Air y Saha Airlines. Estas aerolíneas han sido acusadas de facilitar la entrega de equipo militar, incluidos drones y componentes de misiles, a Rusia. Según la UE, estas acciones violan el derecho internacional y representan una escalada significativa en la participación de Irán en el conflicto entre Rusia y Ucrania.Las sanciones de la UE son parte de una estrategia más amplia para frenar el apoyo militar de Irán a Rusia, que ha incluido la provisión de drones utilizados en ataques a ciudades ucranianas.
Josep Borrell, el Alto Representante de la UE para Asuntos Exteriores, condenó las transferencias de misiles, calificándolas como una «grave amenaza para la seguridad europea». Teherán ha negado las acusaciones, pero esto no ha impedido que la comunidad internacional aumente la presión sobre el país.
La suspensión de vuelos de Iran Air se produce después de medidas similares adoptadas por Mahan Air, lo que ha aislado aún más a los viajeros iraníes. Como resultado, aquellos que deseen viajar a Europa ahora deben transitar por países vecinos como Turquía, Catar o los Emiratos Árabes Unidos. Solo Flydubai ha mantenido conexiones directas con Irán, lo que destaca los desafíos que enfrentan los iraníes al navegar por opciones de viaje cada vez más restringidas.
Impacto en la estabilidad regional
Las sanciones contra las aerolíneas iraníes son parte de una estrategia europea más amplia para abordar el papel de Teherán en la desestabilización de Oriente Medio. Junto con su apoyo a Rusia, Irán ha sido acusado de suministrar armas a grupos como Hezbolá, lo que ha alimentado aún más los conflictos en la región. El 13 de octubre, la UE condenó los ataques contra las fuerzas de la ONU en el Líbano y pidió un cese inmediato del fuego, instando a todas las partes a respetar sus obligaciones de proteger al personal de mantenimiento de la paz.
Con la suspensión de los vuelos de Iran Air, la posibilidad de mejorar los lazos diplomáticos entre Irán y Occidente parece cada vez más improbable. A medida que la situación se intensifica, las consecuencias se sienten tanto dentro de Irán como en toda la región, ya que las sanciones afectan la economía de Teherán y limitan la capacidad de sus ciudadanos para interactuar con el mundo exterior.
Demasiado han tardado en sancionarlas