Este martes se dio a conocer que el vuelo UL 697 de SriLankan Airlines, que partió de Sídney a Colombo, fue escenario de un grave incidente el pasado 21 de septiembre, cuando el capitán del avión se encerró en la cabina de mando. La situación violó los protocolos de seguridad establecidos y ha llevado a que la aerolínea y el ente aeronáutico de Sri Lanka abran una investigación, además de suspender al piloto involucrado.
Según los protocolos internacionales, cuando uno de los pilotos debe ausentarse de la cabina, un miembro de la tripulación debe ingresar para acompañar al piloto restante. Sin embargo, durante este vuelo, la primera oficial femenina salió para usar el baño mientras el avión sobrevolaba el Océano Índico, en el intervalo que salía, el capitán bloqueó la puerta de la cabina, dejándose como único ocupante.
Este comportamiento no solo representó una violación grave de los protocolos de seguridad, sino que también creó una situación de tensión a bordo. Los miembros de la tripulación intentaron comunicarse con el capitán a través de los intercomunicadores, buscando persuadirlo para que desbloqueara la cabina. Eventualmente, el capitán accedió y la situación se resolvió sin más complicaciones, aterrizando de manera segura en Colombo.
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Vuelve el debate de la salud mental tras el incidente de SriLankan
Tras los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001, las reglas de seguridad en cabina se endurecieron, reforzando las puertas para impedir accesos no autorizados desde el exterior. Sin embargo, algunos expertos destacan que estos refuerzos pueden representar un riesgo si uno de los pilotos decide encerrarse deliberadamente en la cabina.
Desde el accidente del vuelo Germanwings 9525 en 2015 y el LAM Mozambique Airlines 470 en 2013, los estándares internacionales exigen que siempre haya dos miembros de la tripulación dentro de la cabina. En ambos casos, los pilotos estrellaron deliberadamente sus aviones, lo que llevó a cambios significativos en los procedimientos de seguridad en cabina.
El incidente con SriLankan Airlines también reaviva el debate sobre la salud mental en el ámbito aeronáutico. Aunque se ha hecho visible en muchas regiones, sigue siendo un tema tabú en partes de Asia, lo que complica la implementación de regulaciones internacionales eficaces. A esto se le suma que muchos pilotos adulteran sus partes médicos ante de ser entregados a las autoridades.
Casos como el del vuelo 5735 de China Eastern Airlines en 2022, operado por un Boeing 737-800 que cubría la ruta entre Kumming y Guangzhou, en donde se sospecha que uno los pilotos deliberadamente estrelló el 737 en el valle. La investigación de ese incidente aún está en curso manteniéndose ésta como una hipótesis válida.
También podemos mencionar el caso del vuelo US Bangla Airlines 211, cuyo piloto, con un cuadro de depresión, terminó estrellándose durante una aproximación fallida en Katmandú, Nepal.
