gubernamental mientras respaldan y mantienen una «ralentización» de sus actividades como medida de presión.De no llegar a un acuerdo, el paro indefinido podría iniciar en las próximas horas.
Preocupación en la industria y posibles consecuencias
La amenaza de paro total ha encendido las alarmas en la industria aérea y turística del país. Según datos recientes, una movilización ocurrida días atrás generó la cancelación de vuelos para más de
22 mil pasajeros, y un paro indefinido podría dejar sin conectividad aérea a Chile por un
tiempo indeterminado.
El presidente de la Cámara Nacional del Comercio, Servicios y Turismo (CNC), José Pakomio, advirtió sobre un impacto «devastador» para la seguridad aérea, la economía y la imagen internacional de Chile.
«El impacto de un paro en la Aviación Civil sería crítico. Exhortamos a las autoridades a actuar con urgencia para evitar este escenario», señaló.
En tanto, la Federación de Empresas de Turismo (Fedetur) destacó que la paralización «prácticamente aislará al país» y provocará un impacto «profundo y negativo» en términos económicos y sociales.
La Asociación de Líneas Aéreas (Achila) criticó duramente la huelga, calificándola como «ilegal» y
subrayando que afecta el derecho al libre tránsito y la operación de infraestructura crítica.
Un llamado a la acción
Ante la gravedad de la situación, los gremios empresariales han instado al Gobierno a tomar
medidas inmediatas para garantizar la continuidad del servicio aeroportuario. Mientras tanto,
los trabajadores de la DGAC mantienen su posición firme, reclamando el cumplimiento de los
acuerdos alcanzados previamente.
El desenlace de este conflicto será clave para evitar una crisis de gran magnitud en la conectividad
aérea de Chile y sus repercusiones en la economía nacional. Destinos como Rapa Nui dependen 100% del traslado en avión hacia y desde el continente incluyendo su carga vital ya que el traslado marítimo demora de 7 a 10 días saliendo desde el Puerto de Valparaíso.