La reciente transferencia de dos aviones de Nigeria a Irán ha generado serias preocupaciones en la comunidad internacional debido a la aparente violación de las sanciones contra Irán.
Como informa Business Day, los aviones, un Airbus A340-600 con matrícula 5N-AAM y un Boeing 737-300 con matrícula 5N-YSM, fueron supuestamente pasados de contrabando a Mahan Air por Azman Air, sin el conocimiento de la Autoridad de Aviación Civil de Nigeria. (NCAA).
Michael Achimugu, director de Asuntos Públicos y Protección al Consumidor de la NCAA, afirmó que la agencia tiene intención de contactar a la Autoridad de Aviación Civil de la República Islámica de Irán (CAA.IRI) para aclarar el estado de la aeronave.
Achimugu también mencionó que la NCAA investigará a Azman Air por la supuesta desactivación de transpondedores de aviones, aunque tal acción no tuvo lugar bajo jurisdicción nigeriana, informó Aeroin.
El incidente pone de relieve una preocupante posible evasión de las restricciones internacionales por parte de Mahan Air, una elusión de las sanciones impuestas a Irán. Los aviones, ahora almacenados en Teherán y Mehrabad, fueron vendidos sin tener en cuenta las sanciones internacionales vigentes.
Los informes del Middle East Forum Observer indicaron que Azman Air es solo una de varias compañías involucradas en operaciones de evasión de sanciones en el continente africano.
Empresas como Macka Invest en Gambia y PT Asia Global Airlines de Indonesia han ayudado a aerolíneas iraníes vinculadas al Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica a adquirir aviones, matriculándolos en países como la República del Congo, Burundi, Burkina Faso, Nigeria y Gambia, antes de ser contrabandeados. hacia Irán.
El modelo A340-600 es especialmente atractivo para Mahan Air debido a su facilidad de mantenimiento, en parte debido al uso de motores Rolls Royce Trent 556-61, que son más fáciles de mantener en comparación con los motores General Electric CFM56-5C4 de fabricación estadounidense. utilizado en variantes más pequeñas del A340.
Esta dinámica refleja un desafío continuo para la comunidad de inteligencia estadounidense que necesita fortalecer la vigilancia sobre los movimientos de aeronaves en el África subsahariana para evitar futuras evasiones de sanciones. La situación pone de relieve la complejidad de las redes de contrabando y la necesidad de una mayor vigilancia y cooperación internacional para reforzar el cumplimiento de las sanciones.