La empresa australiana Fortescue Future Industries (FFI) invertirá 8.400 millones de dólares para el desarrollo de proyectos de hidrógeno verde en Argentina. El anuncio se realizó en el marco de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26), que se está desarrollando en Glasgow, Escocia.
Hace tiempo venimos informando sobre los distintos desarrollos en lo que está trabajando la industria -con apoyo de gobiernos y organismos no gubernamentales- para incorporar nuevas tecnologías que permitan reducir las emisiones de carbono y el impacto ambiental de la aviación a nivel mundial. Entre todos ellos, el hidrógeno verde juega un rol fundamental a largo plazo, dada sus características, por ser un combustible totalmente limpio capaz de propulsar aeronaves.
El contenido energético del hidrógeno verde es hasta tres veces mayor que el de los combustibles fósiles convencionales, y su producción es totalmente libre de contaminación cuando se utiliza energías renovables como la eólica, solar, hidroeléctrica, entre otras. El proceso para generar hidrógeno es denominado electrólisis, un método que utiliza agua, fuentes naturales como plantas y energía eléctrica para dividir las moléculas de agua y separar los átomos de hidrógeno de los de oxígeno. En este caso, se genera un combustible que no emite ni en su producción ni en su consumo.
El ecosistema aeronáutico está dando fuertes señales en relación a la apuesta al hidrógeno verde como una opción concreta para descarbonizar la industria, quizás con una implementación que no es viable a corto plazo, pero que en el futuro podría convertirse en una muy buena alternativa.
En este sentido, repasemos algunos de los casos en los que aerolíneas, fabricantes de aviones, proveedores de combustibles y otros actores de la industria han anunciado inversiones tendientes a promover la utilización de hidrógeno para la propulsión de aeronaves: Hace algunas semanas Air New Zealand y Airbus se comprometieron a trabajar en el desarrollo de aviones propulsados por hidrógeno; además, un grupo de empresas compuesto, entre otras, por Air Liquide, TotalEnergies y VINCI Concessions anunció la creación del fondo de hidrógeno verde más grande del mundo que invertirá más de 1.500 millones de euros para brindar soluciones de infraestructura.
También Airbus, Air Liquide y VINCI Airports se asociaron para promover el uso de hidrógeno. Una de sus primeras iniciativas será la construcción de una red de aeropuertos europeos adaptados a aeronaves que utilicen este material. Por otro lado, MHIRJ Aviation y ZeroAvia anunciaron que colaborarán en el diseño y desarrollo de jets regionales propulsados a partir de hidrógeno. Asimismo, el gobierno de Chile recientemente pronosticó que el aeropuerto de Santiago podría ser el primero en la región en utilizar hidrógeno como combustible, sin dudas, una excelente noticia para el continente.
Estos anuncios, todos muy recientes, dan cuenta de los esfuerzos y acuerdos que están llevando adelante distintas áreas de la industria para impulsar el futuro sostenible de la aviación. En ese sentido, la noticia de la inversión privada extranjera más grande de los últimos 20 años en Argentina llega en un momento ideal, en el que puede pensarse al hidrógeno verde como un insumo para las operaciones aerocomerciales de los próximos años, cuando las aeronaves puedan ser adaptadas para su utilización.
La empresa australiana Fortescue producirá hidrógeno verde en la provincia de Río Negro, y su rendimiento se estima en en unas 2.2 millones de toneladas anuales hacia 2030. En principio, utilizará energía eólica para la electrólisis, aprovechando las buenas condiciones para la producción de esta energía renovable en la región patagónica argentina. Asimismo, el agua utilizada en el proceso será agua de mar desalinizada y no agua dulce potable.
Tras una reunión durante el segundo día de la COP26, el presidente Alberto Fernández; el titular de Fortescue, Andrew Forrest; la CEO de la firma, Julie Shuttleworth, y el titular de la compañía para la Latinoamérica, el ex rugbier Agustín Pichot, anunciaron la inversión que probablemente ubique a Argentina como uno de los principales países productores de hidrógeno verde a nivel mundial.