Demasiados para contar: Boeing detecta otro problema en el 787 y reduce aún más el ritmo de producción

Ismael Awad-Risk

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Boeing 787 en la Planta de Boeing en North Charleston, Carolina del Sur

Boeing disminuyó (de nuevo) el ritmo de producción de su 787 Dreamliner debido a la detección de un nuevo defecto.

Según reporta el Wall Street Journal, los ingenieros están analizando soluciones para un problema relacionado «con la zona alrededor de las puertas, tanto de cabina como de bodega». Hasta tanto esto sea rediseñado, el fabricante retrasará la finalización de nuevas unidades de su modelo estrella de fuselaje ancho. La decisión afecta a la línea de producción de North Charleston, Carolina del Sur.

Boeing había revelado en octubre que estaba produciendo «unos dos Dreamliners al mes», frente a un ritmo mensual normal de alrededor de cinco. De acuerdo a las fuentes del WSJ, la última ralentización de la producción comenzó «en los últimos días y podría durar unas semanas» mientras Boeing solicita asistencia a empresas del sector. El fabricante se ha enfrentado a un mayor escrutinio por parte de los reguladores luego de los problemas con los 737 MAX, y la FAA ya dejó en claro que el Dreamliner solo será aprobado cuando el organismo esté satisfecho.

En un comunicado Boeing dijo «que el trabajo continúa en su fábrica y que los ritmos de producción seguirán siendo dinámicos» mientras se enfocan recursos para reanudar el ensamblaje normal, realizar inspecciones y reparar aviones terminados a la espera de ser entregados. La entregas de 787 se encuentran paralizadas prácticamente desde mayo. La compañía agregó que se está «tomando el tiempo necesario para garantizar los más altos niveles de calidad». De acuerdo a Boeing, una vez solucionados los defectos, la producción del 787 debería ser más estable, con menos trabajos de retoque necesarios en cada unidad salida de la línea.

En ese sentido, el jefe de ventas comerciales de Boeing, Ihssane Mounir, señaló que «[desde Boeing] examinaremos todos los aspectos del programa 787, desde el diseño hasta la fabricación, para asegurarnos que cumplimos con las reglamentaciones». Agregó que «ninguno de los defectos que se están abordando plantea problemas de seguridad para las unidades actualmente en servicio». Según el directivo, Boeing tiene alrededor de 105 Dreamliners parados a la espera de entrega, valuados en más de 25.000 millones de dólares.

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