Adiós a una era: la NASA pone fin al proyecto SOFIA y su Boeing 747 SP

Gastón Sena

La Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio (NASA) y la Agencia Espacial Alemana en el Centro Aeroespacial Alemán (Deutsches Zentrum für Luft- und Raumfahrt; DLR), han anunciado suspender las operaciones de vuelo del Observatorio Estratosférico para Infrarrojos Astronomy (SOFIA) en septiembre de 2022.

La decisión se produce tras una evaluación de la Academia Nacional de Ciencias, Ingeniería y Medicina, al declarar que no justifican los costos operativos para seguir manteniendo el proyecto, siendo insostenible para una misión continua.

El Boeing 747 SP que se convirtió en un observatorio de astronomía infrarroja para el proyecto SOFIA, es único en el mundo y, con el inicio de operaciones regulares en 2014, se ha utilizado con éxito para la investigación científica durante un total de aproximadamente 800 vuelos.

Los datos científicos adquiridos por SOFIA están disponibles en los archivos de la NASA para los astrónomos de todo el mundo.

En 2019, completo su misión principal de cinco años y esta se extendió por otros tres años hasta 2022.

SOFIA es una cooperación entre la NASA y la Agencia Espacial Alemana DLR que ha contribuido con el 20% de los costos operativos.

DLR le suministró el único telescopio aerotransportado de 2,7 metros y se incorporó al fuselaje de SOFIA. La NASA, por su parte, compró el Boeing 747 de segunda mano y lo convirtió para la instalación del telescopio.

El jumbo vuela a una altitud de unos 13 km y efectúa observaciones en el infrarrojo entre longitudes de onda de 0,3 y 1600 μm.1​

El emblemático Boeing 747 SP arribando en Nueva Zelanda. Foto: NASA

Misiones de SOFIA

SOFIA ha realizado aproximadamente 100 vuelos científicos al año desde 2014. Durante estos vuelos, se observaron objetos astronómicos, principalmente en la Vía Láctea.

El observatorio infrarrojo permitió observar en 2019 la primera molécula que se formó en el universo hace casi 14 mil millones de años, el hidruro de helio, en la nebulosa planetaria NGC 7027.

Además, en octubre de 2020 confirmó, por primera vez, la presencia de agua en la superficie de la Luna iluminada por el sol y que no se limita a lugares fríos y sombreados.

SOFIA también ha explorado cómo evolucionan las galaxias y cómo se forman las estrellas y los sistemas planetarios a partir de nubes de polvo y moléculas interestelares.

Oxigeno atómico observado en la atmosfera superior de la tierra pro SOFIA. Foto: NASA

El observatorio aerotransportado está basado en Palmdale, California, desde donde realiza la mayoría de sus vuelos de observación.

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Sin embargo, también se ha utilizado para observaciones astronómicas en todo el mundo, más recientemente en Colonia, Alemania, en marzo de 2021. En marzo de 2022 Chile tuvo protagonismo al recibir al raro Boeing 747 SP, para observaciones de objetos astronómicos en el cielo del sur.

Cuatro décadas de operaciones 

El Boeing 747 SP de 45 años de antigüedad con el número de serie 21441, número de línea 306; registro N747NA, fue entregado en 1977 a Pan Am y comprado por United en 1986; luego la NASA lo incorporó en 1998, modificándolo a lo largo de sus operaciones como un observatorio volador, reemplazando al Observatorio Aerotransportado de Kuiper operado en un Lockheed C-141A Starlifter.

El avión SOFIA fotografiado durante un vuelo de prueba en 1998, todavía en su mayoría con librea de United Airlines. Foto: NASA

La NASA llevó a cabo una serie de pruebas de vuelo de «línea de base» ese año, antes de cualquier modificación importante de la aeronave por parte de E-Systems (más tarde Raytheon).

En 1998, Raytheon diseñó e instaló una puerta de 5,5 m (18 pies) de alto (longitud de arco) por 4,1 m (13,5 pies) de ancho en el lado trasero izquierdo del fuselaje de la aeronave, permitiéndole abrir en vuelo para dar al telescopio acceso al cielo. El telescopio está montado en el extremo de popa del fuselaje detrás de un mamparo presurizado.

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