El CEO de Lufthansa, Carsten Spohr, dijo esta mañana que Boeing «se va a recuperar» porque es un «símbolo de Estados Unidos», aunque agregó que «este es un buen momento para negociar precios» con el fabricante.
Spohr no parece estar equivocado: esta misma mañana IAG anunció que avanzaría con la compra de 50 737 MAX y 100 opciones, confirmando -aunque con una reducción de un 25%- una carta de intención firmada hace un par de años por 200 MAX.
Al mismo tiempo, el CEO de Ryanair salió a criticar fuerte a Boeing, y reiteró que busca un descuento excepcional para continuar con un pedido de 737-10 que dio por cancelado en septiembre del año pasado.
Lufthansa confirmó a principios de mayo un pedido que incluye 10 777-8F, 3 777F y siete 787, un modelo que está envuelto en una polémica y que tiene, por el momento, sus entregas suspendidas.
Probablemente la aproximación del operador alemán sea más diplomática que la de Ryanair, característica del estilo frontal de Michael O’Leary. Al igual que IAG, Lufthansa decide mostrarse cerca de uno de sus proveedores más importantes, pero no desaprovecha la oportunidad de negociar precio en un momento en el que el fabricante está bastante debilitado.
El empeño de BOEING de promocionar sus aeronaves, contrasta con la necesaria aclarstoria que debe hacer slbre el problema de diseño del 737—MAX y su sistema de software operacional MCAS; que es en definitiva un tripulante autonomo más dentro de la cabina de mando del 737—MAX. ESTAN OBLIGADOS A EXPLICAR LA AUTONOMIA DEL SISTEMA «MCAS» SOBRE EL PILOTO AL MANDO.