Japón está en negociaciones finales con EE.UU. para obtener misiles de crucero Tomahawk para fortalecer su capacidad disuasoria, en medio de la inestabilidad creciente de las relaciones entre las Naciones del Pacífico.
Durante el 2013 se habían realizado consultas discretas con EE.UU. para permitir a Japón desplegar esta capacidad de ataque en profundidad, pero la administración Obama había mostrado su renuencia ante la idea, ya que las relaciones con China y Corea del Sur se podían ver negativamente afectadas.
Sin embargo hoy, la situación geopolítica en el Pacífico cambió mucho, y, según el periódico Yomiuri Shimbun, la parte estadounidense ahora muestra una actitud positiva hacia la venta y las negociaciones están entrando en la fase final.
El gobierno japonés está ajustando su Estrategia de Seguridad Nacional, que será revisada a finales de año, para establecer claramente posibilidad de la posesión de capacidades de contraataque para destruir las bases de lanzamiento de misiles enemigos con fines de autodefensa.
La idea es utilizar el Tomahawk como sistema de contraataque. En este mismo sentido, Japón está mejorando las capacidades de su misil anti-buque nacional, el Tipo 12, para que pueda atacar blancos en tierra. En realidad, se trata de un completo rediseño del misil, con características stealth y la capacidad de atacar objetivos hasta los 1.000 km de alcance (el Tipo 12 actual llega a los 250km), con lo cual podríamos hablar de una nueva arma. El Tipo 13?
El problema es el tiempo. El “nuevo Tipo 12” podría comenzar a ser producido en serie recién a partir del 2026. Mientras tanto, Japón prevé que la introducción de los misiles de crucero Tomahawk pueda ejecutarse mucho más rápidamente.
Según se informa, los Tomahawk podrían ser adquiridos vía FMS (Ventas Militares al Extranjero) y podrán ser desplegadas por las unidades de superficie de la Fuerza Marítima de Autodefensa de Japón (JMSDF), gracias a que muchas portan sistemas de lanzamiento vertical de misiles Mk-41 VLS Strike-Length. No se descarta que los Tomahawk también puedan ser lanzados desde submarinos japoneses modificados.
La incorporación en el arsenal japonés de misiles de crucero con la capacidad de atacar objetivos con gran precisión a más de 1200 km, es vista con buenos ojos por la actual administración Biden, porque cuadraría con su estrategia de “disuasión integrada”, que busca bloquear o recortar la expansión china más allá de la “primera cadena de islas”, mediante la cooperación en defensa con sus aliados en la región Asia/Pacífico.
