Nuevas imágenes de uno de los prototipos del J-35 aparecieron en las redes sociales chinas, evidencia de que el programa de desarrollo continúa avanzando a buen ritmo.
China, cada tanto, da a conocer sus avances en materia de Defensa filtrando en las redes sociales que controla, imágenes en mala calidad de los prototipos de sus aviones militares en desarrollo.
More pics of J-35 😎 pic.twitter.com/97Dv7ZbZZU
— 彩云香江 (@louischeung_hk) January 2, 2023
En esta oportunidad salieron a la superficie una serie de imágenes de las pruebas de vuelo de lo que podría ser el tercer prototipo del J-35, con un nuevo esquema de pintura de baja visibilidad, o podría tratarse de un prototipo nuevo.
In mind that recently many faked and manipulated images on modern Chinese types have been posted, I‘m not entirely sure if this new J-35 is legit 🤔 … but I think it is.😉
(Image via @鼎盛风清 from Weibo) pic.twitter.com/3CFRu04rh0
— @Rupprecht_A (@RupprechtDeino) January 2, 2023
La Armada del Ejército Popular de Liberación (PLAN) está pronta a incorporar su tercer portaaviones, el Type 003 Fujian, diseñado y construido enteramente en China y el primero en utilizar catapultas electromagnéticas para el despegue convencional de sus aviones, o tipo CATOBAR (acrónimo en inglés de Catapult Assisted Take-Off But Arrested Recovery, Despegue Asistido por Catapulta, pero Recuperación mediante Detención).
Vea también: El formidable componente embarcado de los futuros portaaviones chinos
Según la información oficial, el Fujian entraría en servicio este año, y se espera que durante el 2023 se centre en pruebas y ensayos en el mar. Y sin duda el J-35 formará parte de esas pruebas.
China's 3rd aircraft carrier, the Fujian, will focus on tests and sea trials in 2023(1)#Fujian #China #Aircraft pic.twitter.com/hSXpE3jU2c
— China Perspective (@China_Fact) January 2, 2023
Del J-31 al J-35
Nació como el Shenyang J-31, y fue el segundo avión de combate sigiloso diseñado en China, desarrollado por cuenta propia de Shenyang para la Fuerza Aérea del Ejército de Liberación (PLAAF) y para la exportación, bajo la designación FC-31 Gyrfalcon. Sin embargo, el modelo solo atrajo la atención de la Armada, que requería un avión de combate de nueva generación para equipar a sus futuros portaaviones CATOBAR.
Se trata de una aeronave bimotora de peso medio, similar en categoría al F-35. De hecho, hace unos 12 años tuvieron lugar en EEUU una serie de hábiles maniobras de ciberespionaje, orquestadas por China, que lograron robar varios teras de información confidencial de sistemas de armas norteamericanos, entre ellos, blueprints y otros datos relevantes del F-22 y F-35. Y así, el diseño del J-31 fue evolucionando, beneficiado por esta información.
En su actual configuración, el J-35 está equipado con un par de motores WS-21, variante derivada del anterior WS-13E, que a su vez es la versión china del RD-93 ruso, que se utiliza en los JF-17 Thunder. El WS-21 tendría mayor potencia que los modelos anteriores, presenta escapes de motor dentados, para reducir si firma radar y calórica, y posiblemente tendría adaptaciones para operar mejor en el ambiente marino.
La cabina del avión, de una sola pieza, es innegablemente similar a la del F-35. También poseería un sistema optrónico tipo IRST o EOTS bajo su nariz y una escalerilla de embarque similar a las del caza norteamericano.
El J-35 cuenta con una bahía interna de armas cuya capacidad de carga estimada es de 2.268 kg, con seis puntos duros para misiles aire-aire o armamento aire-superficie. Cuando la misión no exige el máximo grado de sigilo, esta capacidad armamentística puede ser aumentada por otros seis puntos duros en las alas.
Según información provista por AVIC, el J-31/FC-31 tiene un peso máximo de despegue (MTOW) de 28 toneladas métricas, un techo operativo de 15 kilómetros y una velocidad máxima de Mach 1,8, o 2.205 kilómetros por hora, con un alcance estimado de 2.000 kms.
En cambio, el J-35 desarrollado para la PLAN parece ser un poco más grande, con mayor capacidad interna de combustible, y en general evidencia un diseño stealth más refinado. Desde luego, cuenta con las modificaciones necesarias para operar desde un portaaviones, como gancho de detención en la cola, alas con mecanismo de plegado, tren de aterrizaje delantero reforzado y adaptado para el despegue por catapulta.
Sin duda este será un año de muchas novedades en lo que respecta a la Armada China, y en particular a sus nuevos portaaviones y su futura ala de combate embarcada.
