Boeing registró una pérdida neta mayor de lo esperado en el primer trimestre de 2023, pero confirmó sus previsiones para todo el año, según anunció el fabricante el miércoles. La pérdida fue de 425 millones de dólares, o 1,27 dólares por acción excluyendo extraordinarios, frente a los 1,07 dólares esperados por los analistas.
A pesar del resultado, Boeing redujo significativamente sus pérdidas respecto al trimestre anterior (-35%) y al año anterior (-66%). Al mismo tiempo, aumentó su facturación un 28% interanual, hasta 17.900 millones de dólares, por encima de los 17.500 millones estimados por el mercado.
Las entregas de aviones comerciales contribuyeron a los resultados. De enero a marzo se entregaron 130 aviones, frente a los 95 del mismo periodo de 2022. Boeing espera entregar entre 400 y 450 aviones 737 a lo largo del año y aumentar la producción de tres a cinco 787 al mes hasta finales de 2023.
Sin embargo, el fabricante tendrá un reto en el segundo trimestre. Alrededor del 75% de los 225 MAX en el inventario de la compañía deben ser revisados, debido a dos puntales del fuselaje fabricados por Spirit AeroSystems.
La producción de unos 40 aviones al mes se recuperará en la segunda mitad del año, según el fabricante.
Dave Calhoun, presidente y consejero delegado de Boeing, subrayó que la demanda es «fuerte en todos nuestros mercados clave» y «Boeing está aumentando las inversiones para avanzar en sus programas de desarrollo e innovar en características estratégicas para sus clientes y su futuro».