Como parte de la iniciativa «Reto del Vuelo Sostenible» (Sustainable Flight Challenge) de la alianza SkyTeam, de la que es miembro desde 2007, Air Europa completó su «vuelo más sostenible del año» entre los aeropuertos de Madrid-Barajas (MAD) y Ámsterdam-Schiphol (AMS).
La iniciativa consiste en una «competición amistosa» entre las compañías que integran la alianza, y algunas de sus filiales, para contribuir a la innovación en soluciones que contribuyan a diminuir el impacto ambiental de la industria. Air Europa ya había participado del reto en mayo de 2022, cuando operó un vuelo entre la capital de España y Gran Canaria que sirvió como demostración de prácticas operativas más eficientes.
Para este año, el «Reto del Vuelo Sostenible» estableció un total de 33 categorías diferentes y tendrá siete ganadores principales. Cada una de ellas reconocerá la aplicación de diferentes soluciones prácticas que ya están al alcance de los operadores.
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El «vuelo más sostenible del año» de Air Europa
El vuelo de Air Europa cubrió la ruta entre Madrid y Ámsterdam con un Boeing 787 Dreamliner. Gracias a la mejorada aerodinámica y la utilización de materiales innovadores en su construcción, este modelo puede reducir en hasta un 20% el consumo de combustible con respecto a otros aviones del mismo segmento. También tiene un impacto acústico considerablemente menor.
Para llevar a cabo la operación, que forma parte de la categoría de servicios de corto radio de la iniciativa, se utilizó una mezcla de combustible de aviación sostenible (SAF, por sus siglas en inglés) producido por Repsol a partir de materiales renovables, como residuos orgánicos no alimentarios. Además, se utilizaron vehículos eléctricos para las tareas de asistencia en tierra en ambos aeropuertos.
Por otro lado, el equipo de Control de Espacio de Air Europa trabajó con otras áreas de la compañía para definir el plan de vuelo ideal, teniendo en cuenta la carga y el pasaje a transportar.
También se utilizaron materiales biodegradables para el servicio de a bordo y se dispusieron los residuos utilizando un criterio de separación. El servicio gastronómico incluyó solamente productos frescos de proximidad. Por su parte, la tripulación llevó consigo manuales digitalizados, que reducen la cantidad de papel y por ende el peso y consumo de combustible.
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