El caza F-35A Joint Strike Fighter fue oficialmente certificado para portar armas nucleares, en este caso, la bomba termonuclear de caída libre B61-12. El F-35A “Lightning II” se convirtió en el primer caza furtivo de su clase al que se le dio luz verde (que sepamos oficialmente) para portar armas nucleares.
Russ Goemaere, portavoz de la Oficina del Programa Conjunto del F-35 declaró al periodista Michael Marrow de Breaking Defence que “el F-35A es el primer avión de 5ª generación con capacidad nuclear de la historia, y la primera plataforma nueva (caza o bombardero) que alcanza este estatus desde principios de la década de 1990″.
«Este esfuerzo de certificación nuclear del F-35 culmina más de 10 años de intensos esfuerzos en toda la empresa nuclear, que consta de 16 partes interesadas diferentes del gobierno y la industria», dijo Goemaere, que luego añadió: «El F-35A logró la Certificación Nuclear antes de lo previsto, proporcionando a EE.UU. y a la OTAN una capacidad crítica que apoya los compromisos de disuasión extendida de EE.UU. antes de lo previsto.»
Acuerdos de reparto nuclear de la OTAN
La futura capacidad de lanzar bombas nucleares norteamericanas fue uno de los factores determinantes a la hora de que varios países europeos, como Alemania, decidieran adquirir el F-35A para sus Fuerzas Aéreas, en lugar de otras ofertas europeas como el Dassault Rafale, el Saab Gripen o el Eurofighter Typhoon.
El uso compartido de armas nucleares es un concepto de la política de disuasión nuclear de la OTAN, que permite a los países miembros sin armas nucleares propias, participar en la planificación del uso de armas nucleares por parte de la OTAN. Como parte de este acuerdo, EE.UU. mantiene 100 bombas termonucleares de caída libre B61 almacenadas en bunkers de alta seguridad en cinco países de la OTAN (Bélgica, Alemania, Italia, Países Bajos y Turquía), los cuales disponen de algunos de sus cazas adaptados para su uso.
Ahora bien, como correctamente hace notar Michael Marrow, el F-35A sólo está certificado para llevar la nueva variante B61-12, que sustituirá a los modelos más antiguos. Además, la certificación no se extiende a las variantes hermanas del avión furtivo, el F-35B de despegue corto y aterrizaje vertical y el F-35C lanzado desde portaaviones. No está claro si los depósitos europeos de bombas nucleares están ya en proceso de recibir las nuevas B-61-12, pero es probable que algunas hayan llegado, dada la delicada situación de seguridad del frente Este de la OTAN, a raíz de la guerra Ruso-Ucraniana.