Un día como hoy pero en 1930 y bajo el alero del General Carlos Ibáñez del Campo, se creaba la Fuerza Aérea Nacional (FAN), quedando como su primer Comandante en Jefe el Comodoro Arturo Merino (quien además fue el fundador de la Línea Aérea Nacional de Chile – LAN Chile, actual LATAM). Fue además, quien planeó crear una serie de aeródromos hacia el norte del país para así cubrir las necesidades de la aviación civil y militar, en la extensa y complicada geografía chilena.
Hoy en día, la Fuerza Aérea de Chile es una de las más modernas a nivel regional. Cuenta con dos tipos de aviones Caza, que son los F-16C/D block 50 y F-16A/B MLU, y los F-5E/F Tigre III, modernizados por la empresa israelí IAI.
En materia de helicópteros, la FACh renovó su material reemplazando los antiguos y veteranos Bell UH-1H por los Sikorsky Black Hawk. Las capacidades de reabastecimiento aéreo están garantizadas por los Boeing KC-135 (ex USAF) y un Hércules KC-130. Hay que destacar que, recientemente, la Fuerza reemplazó al mítico y legendario Boeing EC-707 “Cóndor” (el primero en la región en materia de AWACS) por los Boeing E3-D Sentry ex RAF.
Junto a la Fuerza Aérea Brasileña, la FACh encabeza la modernización regional en materia de poder aéreo, ya que si miramos hacia el otro lado de la cordillera, Argentina aún no define si recuperarán la capacidad supersónica (a la espera de la visita del Ministro de Defensa de Dinamarca); Perú que cuenta con los envejecidos MIG-29 y SU-25; Ecuador con sus Atlas Cheetah e IAI Kfir, cuyo estado operativo es una incógnita; Venezuela, con viejos F-16A/B apenas actualizados y los potentes Sukhoi Su-30; y Colombia, que también cuenta con los Kfir y busca su reemplazo desde hace años.
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Desafíos: Una Fuerza Aérea comprometida con su gente pero sin dejar de lado su misión.
Mas allá de la operativa normal de la Fuerza, en los últimos tiempos, la FACh ha realizado múltiples gestiones tendientes a mostrar una faz mas conciliatoria para con la ciudadanía. El retiro de los Hawker Hunter de plazas y museos al aire libre el año pasado responde a los gestos simbólicos que el actual Gobierno solicitaba de la institución, en la víspera de los 50 años del último Golpe Militar.
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De igual manera, los operativos médicos y traslados de estudiantes que se realizan en Rapa Nui, en donde el avión multirol Boeing 767-300ER juega un papel importante, son de gran ayuda para la comunidad de la isla polinésica, alejada de la urbe capitalina.
A su vez, el apoyo de helicópteros Bell 412 en el norte de Chile para traslados de pacientes y asistencia frente a accidentes, o los Twin Otter para trasladar insumos alimenticios en el sur o las misiones que se llevan a cabo en la Base Aérea Antártica en aviones Hércules C-130, entre muchas otras cosas, demuestran la vitalidad y el compromiso que tiene la FACh con su gente.
Sin embargo, es importante señalar que se han dado de baja materiales que podrían ser aún de utilidad, o que en otras fuerzas aéreas mantienen en servicio. Como ejemplo, en 2022, luego de la Operación Salitre 2022, se dio de baja la flota de aviones de entrenamiento avanzado A-36 Toqui, sin un reemplazo.
Recientemente el Boeing 767-300ER ha sufrido una serie de «novedades» que evidencian la necesidad de un overhaul, así como también requieren ser renovados de forma urgente los motores Pratt & Witney originales de la flota de aviones cisterna KC-135, reemplazándolos con el mismo modelo de CFM International que poseen los nuevos E-3 Sentry (con el consiguiente ahorro en la logística).
Conseguir las partidas presupuestarias adecuadas para la renovación de este material estratégico, es ciertamente uno de los grandes desafíos a los que debe hacer frente la Fuerza Aérea de Chile durante los próximos años.
