La semana pasada se conoció que el Ministerio de Consumo español aplicó una multa de 150 millones de euros a Easyjet, Ryanair, Volotea y Vueling por asuntos como cobrar el equipaje de mano, la selección de asientos para personas dependientes o niños, y la prohibición de pagar en efectivo en el aeropuerto.
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Esto provocó el surgimiento en la opinión pública de la presunción de que el equipaje de mano ya no sería cobrado por las aerolíneas en España, un hecho que, aunque para que se materialice faltaría atravesar barreras regulatorias a nivel comunitario, de todas maneras encendió luces de alarma en la industria aerocomercial por este peligroso precedente que vuelve sobre un tema que ya se creía superado.
«La mayoría de los viajeros no tiene problemas con el costo del equipaje en cabina», dijo Rafael Schvartzman, vicepresidente de IATA para Europa, durante una conferencia de prensa este martes en el marco de la 80° Asamblea General Anual de IATA que tiene lugar en Dubai.
«Es importante entender que el unbundling (desagregación) de los productos le da al pasajero la posibilidad de elegir el nivel de servicio que necesita«, continuó, enfatizando que esto es la columna vertebral de las low-cost, lo que permite que mucha más gente haya podido acceder al transporte aéreo.
«No creemos que poner una regulación que limite la oferta beneficie a esos pasajeros y a la conectividad de la región. Provocaría un incremento en las tarifas«, agregó Schvartzman, aunque sí admitió que hay oportunidades de mejora en cuestiones como la estandarización del tamaño adecuado.
El ejecutivo destacó que poder elegir pagar por el equipaje da flexibilidad, libertad de elección. «No creemos en controles de precios o restricciones, por lo que esperamos que no haya progresos en ese sentido sino en algo que sea más beneficioso para el consumidor«, concluyó.
