Ataque a la base aérea de Myrhorod: Rusia afirma haber destruido varios Su-27, Kiev minimiza los daños

Gastón Dubois

Su-27 Ucrania Ukraine

Según un comunicado de prensa del Ministerio de Defensa ruso, cinco cazas pesados Sukhoi Su-27 de la Fuerza Aérea Ucraniana habrían sido destruidos, y otros dos resultado dañados, tras un exitoso ataque a la base de aérea de Myrhorod.

“Como resultado de un ataque grupal con armas de alta precisión en el aeródromo, cinco aviones Su-27 de la fuerza aérea enemiga fueron destruidos y dos resultaron dañados. Otros dos aviones ucranianos: un MiG-29 y un Su-27 fueron derribados por los sistemas de defensa aérea rusos”, informa el Ministerio de Defensa ruso, elevando a 9 el número de cazas perdidos por Ucrania en un día.

Según fuentes rusas, el aeródromo de Mirgorod fue atacado por el Ejército ruso mediante un misil balístico de alta precisión Iskander, mientras la zona era monitorizada por un dron de vigilancia y puntería.

Los videos publicados en redes sociales abalan parte de la información publicada por el Kremlin, ya que se puede apreciar como la zona de estacionamiento de los Su-27 ucranianos es atacada por una ojiva de submuniciones (utilizada por los misiles Iskander para atacar blancos en áreas grandes), pudiéndose apreciar como al menos como uno o dos de los aviones golpeados se terminan incendiando.

Adicionalmente, el Ministerio de Defensa de la Federación Rusa sostiene que en el mismo día se derribaron seis misiles de crucero Storm Shadow (suministrados por el Reino Unido), una bomba guiada Hammer (de origen francés), un proyectil del sistema de cohetes múltiples HIMARS (entregado por EE.UU.), así como 81 vehículos aéreos no tripulados, incluyendo a uno de los Bayraktar TB2 de origen turco.

De su parte, el comandante de la Fuerza Aérea Ucraniana, el teniente general Mykola Oleschuk, desmiente las afirmaciones rusas y asegura que “los aviones ucranianos, una vez más “destruidos” por la propaganda enemiga, continúan llevando a cabo con éxito misiones de combate, lanzando ataques con misiles y bombas contra las posiciones de los ocupantes y eliminando importantes instalaciones militares en la retaguardia enemiga”.

Por otro lado, Yuriy Ignat, portavoz de las Fuerzas Aéreas de Ucrania, reconoció que el ataque del misil Iskander causó pérdidas, aunque “no tan grandes como afirmaban los rusos”. Según él, la peor parte del ataque ruso lo habrían sufrido los Su-27 pintados como señuelos. En su declaración también defendió al personal de la Fuerza Aérea Ucraniana, después de que el público en redes sociales empezara a acusar a los mandos de negligencia.

Entre las seguras exageraciones rusas y, las también seguras, minimizaciones ucranianas, se encuentra la verdad. Y siendo que no es la primera vez que los rusos logran destruir aviones ucranianos en aeródromos cercanos al frente, surge la pregunta ¿por qué la Fuerza Aérea Ucraniana estacionó a sus pocos y preciados Su-27 en una base que se encuentra a tan solo 160 kilómetros de la frontera septentrional de Ucrania con Rusia? ¿Los futuros F-16 ucranianos estarán más a salvo?

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