Apenas tres días después de que el gobierno brasileño concretara la subasta pública a través de la cual designó a los futuros explotadores de doce de sus aeropuertos, el ministro de Infraestructura del vecino país, Tarcísio Gomes de Freitas, informó hoy que avanzarán en la privatización de otros tres bloques de 22 terminales aeroportuarias, siguiendo así el plan que viene ejecutándose desde 2012 y que finalizaría con la liquidación de la empresa estatal Infraero en el año 2022.
El bloque 1 (Sur), comprenderá a los aeropuertos de Curitiba, Foz de Iguazú, Navegantes, Londrina, Joinville, Bacacheri, Peloras, Uruguaiana y Bagé.
El bloque 2 (Norte), está formado por los aeropuertos de Manaus, Porto Velho, Río Branco, Cruzeiro do Sul, Tabatinga, Tefé y Boa Vista.
Por último, el bloque 3 (Central) incluye a los aeropuertos de Goiânia, São Luís, Teresina, Palmas, Petrolina y Imperatriz.
Estas concesiones se materializarían en 2020, quedando así una última serie de privatizaciones entre 2020 y 2022 que abarcarán, entre otros trece aeropuertos, a las dos joyas que todavía siguen en manos de Infraero: los aeropuertos Santos Dumont (Río de Janeiro) y Congonhas (San Pablo), los cuales quedaron para el final de manera de no desfinanciar por completo a la empresa estatal.
Brasil ingresó relativamente tarde a la ola privatizadora de aeropuertos que copó la región en los años 90. El primer aeropuerto concesionado fue el de Natal en 2011, mientras que en 2012 llegó el turno de Brasilia, San Pablo/Guarulhos y Viracopos, y en 2013 los aeropuertos de Río de Janeiro/Galeão y Belo Horizonte/Confins.
En 2017 Infraero se desprendió de los aeropuertos de Fortaleza, Salvador, Florianópolis y Porto Alegre.
Desde entonces se han realizado inversiones por más de USD 3 mil millones de dólares por parte de gigantes del sector como Fraport, AENA, Changi Airport, Zúrich Airport y Corporación América.