Francia volverá a ofrecer a Brasil el avión de combate Dassault Rafale como sustituto de los cazas ligeros AMX durante la próxima cumbre del G20, que tendrá lugar los días 18 y 19 de noviembre en la ciudad de Río de Janeiro. Según el periodista brasileño Claudio Dantas, el presidente francés, Emmanuel Macron, planteará un amplio paquete de armamento para el Ejército, la Fuerza Aérea y la Armada brasileñas en su reunión con el mandatario brasileño.
París propondrá la venta de 50 helicópteros Airbus H145, lo que podría representar una importante carga de trabajo para Helibras, la subsidiaria brasileña de Airbus Helicopters. Además, se incluirán 36 obuses autopropulsados de 155 mm Caesar, un submarino Scorpene adicional y 24 cazas Rafale.
Es importante recordar que antes de optar por el Gripen como nuevo avión de combate de la Fuerza Aérea Brasileña (FAB), Lula y Sarkozy habían acordado la compra del Dassault Rafale. Este avión francés ofrecía ventajas claras en términos de capacidad de carga y alcance, aspectos fundamentales para la proyección de poder regional y la defensa del vasto espacio aéreo de Brasil. Sin embargo, controversias en el proceso de licitación (que había comenzado en el 2001) llevaron a un nuevo aplazamiento, y finalmente a finales del 2013, durante el gobierno de Dilma Rousseff, se eligió la propuesta sueca. Las principales razones para la victoria del Gripen E/F fueron los menores costos de mantenimiento y explotación, así como unas condiciones de transferencia de tecnología muy favorables.
¿Tiene algún sentido el Rafale como reemplazo para el AMX de Brasil?
El avión de ataque a tierra ligero subsónico AMX es el resultado de la colaboración ítalo-brasileña, construido de manera conjunta por la joint venture AMX International. Su primer vuelo se realizó el 15 de mayo de 1984, y el primer A-1A (la designación de la FAB para la variante monoplaza del AMX, mientras que la biplaza se denomina A-1B) operativo fue recibido oficialmente en octubre de 1989. Desde entonces, el AMX ha desempeñado un papel fundamental como el principal medio de ataque, interdicción y apoyo aéreo de la Fuerza Aérea Brasileña.
Después de décadas de servicio leal, el AMX se aproxima al final de su carrera operativa. La Fuerza Aérea Italiana retiró su última unidad en abril de este año, y ahora corresponde a la FAB buscar un sustituto adecuado.
Es evidente que el F-39 Gripen (designación brasileña) es capaz de llevar a cabo todas las misiones actualmente asignadas al pequeño caza subsónico. Considerando que la FAB planea adquirir más lotes hasta alcanzar alrededor de 70 unidades, la propuesta de cazas medianos franceses podría parecer excesiva. Sin embargo, el largo alcance, la potente capacidad ofensiva y las amplias habilidades de supervivencia del Rafale podrían proporcionar a Brasil nuevos niveles de disuasión aérea, complementando así la estrategia de combate de la FAB con una configuración «High-Low».
La creciente degradación de la situación de seguridad global y la renovación de las flotas de aviones de combate en varios países sudamericanos podrían llevar a Brasilia a reforzar el rol disuasorio de su Fuerza Aérea, con el objetivo de mantener su supremacía regional. En este contexto, el Rafale podría desempeñar un papel fundamental.