Anti Trip Report, Parte 1: FIDAE 2018, Buenos Aires-Santiago-Buenos Aires

Pablo Díaz (diazpez)

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Como no soy de viajar tanto, y el ejercicio de la disciplina de documentar los vuelos es algo que me resulta particularmente ajeno, se me ocurrió hacer una crónica del viaje recién en la mitad del vuelo de vuelta. Por lo tanto, tampoco es que le saqué un millón de fotos a la experiencia de servicio, ni al espacio, ni al hotel. Lo que puedo hacer entonces, es sumar las lecciones aprendidas entre esta FIDAE y la de 2016, contar un poco como fueron los vuelos de ida y vuelta y el hotel, y trasladar mi experiencia con algunos consejos para que la próxima vez que vayan a FIDAE en particular y a Santiago en general, puedan hacer algunas cosas, y evitar otras.

Para mayor dinámica, haremos algunos puntos principales. Comencemos.

Desconfía y acertarás

El vuelo de ida tenía hora programada 5:10am. Poco antes, recibí un e-mail diciendo que la hora de despegue se movía a las 6:00 am. Tengo como regla general -a menos que sean 10 horas- respetar la hora más temprana de todas las comunicaciones recibidas. Es decir que si en algún momento ese vuelo estuvo a las 4 am, luego a las 3, luego a las 5, luego nuevamente a las 4 y finalmente 5:30, lo más probable es que llegue al aeropuerto un poco después de las 00:00. Es mi método, puede haber otros. Después de haber perdido un vuelo, prefiero adelantar laburo, o escribir para el blog, o ponerme a contar los sorbetes del Mc Donald’s.

Blue Screen of Death en Migraciones, a la ida.

Business de Pobre en el A321, Primera parte

Suelo ser de los que se sientan en las últimas filas del avión. Uno sube antes, se baja después y molesta menos cuando se queda y pide permiso para sacar fotos al cockpit. Al momento de hacer el check in, elegí el asiento 37A, que raramente no tenía el 37B disponible para elegir. No estaba ocupado, estaba como inelegible. Al abordar, noté que el avión estaba considerablemente lleno, pero ese asiento se mantuvo desocupado. Como consejo: si viajan solos, o en pareja en un avión con configuraciones impares (idealmente, 3), busquen estos asientos para un poco más de espacio.

El Hotel

Me alojé en el Hilton Garden Inn, que extrañamente no salió tan caro como hubiese pensado en un principio. Es un hotel correcto, con habitaciones amplias y buenas instalaciones. No hice uso de la pileta, cubierta pero no climatizada, ni del sauna. Compañeros de viaje me dijeron que estaban bien. El restaurante es cómodo y justo para las habitaciones que el hotel tiene, y el servicio es bueno. La única contra: de tres mañanas, sólo hubo Bacon en una. Inadmisible.

 

El wi-fi era gratuito y funcionaba correctamente; sólo había que registrarse cada cierta cantidad de horas a través de un browser. El servicio a la habitación no era excesivamente caro, y existía la posibilidad de acceder a una despensa las 24 horas para comprar snacks o bebidas, a un precio razonable para hotel. No sé si me explico.

Con respecto a la ubicación, lo que creí su mayor ventaja no lo fue tanto: si bien está ubicado a 2,8km del aeropuerto (y a unos 20 de la ciudad), el acceso a FIDAE no está a 2,8km, ya que hay que dar la vuelta hasta la Base Aérea Pudahuel, que está atrás del Merino Benitez. Por lo tanto, estaba lejos de todo, finalmente. Y dependiente del servicio de traslados del hotel (que como todo taxi o remise es carísimo) o del alquiler de un auto.

El Auto

Siendo 3 amigos, alquilamos un Nissan Versa en una agencia llamada O’Clock Rent A Car. Entre alquiler, peajes (se cobra un cargo fijo de unos 10 dólares diarios por uso del tag) y recarga de combustible (un tanque de nafta Premium ronda los 65 dólares) se habrán ido unos 250 dólares totales. Bastante más bajo que el costo de moverse via taxi o traslado contratado en el hotel. Más aún, dividido 3.  No descarten la conveniencia de un auto de alquiler en una ciudad con tantos kilómetros por hacer si están afuera.

Comparación con 2016

Cuando en 2016 fui con mi mujer, alquilamos un departamento en el centro (a una cuadra del parque Gabriela Mistral). Para ir a FIDAE, la empresa Turbus puso micros que hacían el trayecto por 3500 pesos chilenos (100 ARS) ida y vuelta. Teniendo en cuenta la experiencia de ambas ferias, creo que en 2020 elegiré hospedarme en el centro y moverme con los micros. La otra ventaja se explica sola en el punto de abajo.

FIDAE: Las mujeres, los niños y los AvGeeks primero

En ambas experiencias, algo fue invariable: en los días de show aéreo (fin de semana) salir al final del evento fue imposible.  Tanto en 2016 con el Turbus, como en 2018 con el auto, la caravana de egreso es larga y hacer un viaje de 10 minutos (al hotel, en 2018) o 30-45 (al centro, en el micro) se hace un martirio de hora y media, dos.

Mi recomendación, aprendida por la fuerza: irse un poco antes del último show. Teniendo en cuenta que en el Show Aéreo los más populares repiten (Halcones, F-22) acomodarse para verlo al principio del día y antes de arrancar el último vuelo encarar para la entrada es lo más inteligente que pueden hacer.

A la hora de llegar, tengan en cuenta la recomendación de la organización y privilegien el transporte público. O, si van en auto, vayan un rato antes de las 10am, hora de inicio de los shows. Se congestiona muchísimo el acceso cuando se acercan las horas pico.

Los estacionamientos son amplios, y el costo va de los 7.000 (250ARS) a los 4000 (130ARS) pesos chilenos.

Qué días es mejor ir?

En mi experiencia personal, lo que más me sirvió en 2016 fue ir el viernes (último día de la exhibición comercial) y el sábado, primer día de Airshow. Tal es así que el domingo pude hacer otra cosa, en ambas ferias. La entrada a la exhibición comercial es más cara (cerca de 40 usd, contra los 15 de show aéreo), pero los stands están casi todos, la plataforma está casi vacía (para sacarle fotos a la exhibición estática, esto es ideal) y los shows aéreos se hacen casi todos. El sábado es, más que nada, para repetir aquello que no se vio por tiempo o para alguna sorpresa que la organización pueda guardarse. El sábado de 2016, se vio una pasada de B-52. Este año, el show en sí fue deslumbrante y voló el A400M, que el viernes no lo había hecho.

El stand de Argentina, vacío el sábado de Show Aéreo.

Por el cambio de rol, seguramente en 2020 tendré que ir durante la semana completa, por lo que las previsiones van a ser otras.

Business de Pobre en el A321, Segunda parte: Las filas 10 y 24 

Una de las grandes ventajas del A321 es la configuración de las filas 10 y 24, porque para liberar el espacio de operación de las puertas, el asiento que va contra la ventanilla no existe. Pasa lo mismo que con las filas 11 y 25, pero conllevan las responsabilidades de la fila de emergencia, creo que están incluidos en el segmento de asientos con yapa y tienen las bandejas de apoyabrazo que tanto odio.

El acceso a pasillo sin que el del B -E moleste (o sin molestar al sentado en C o D) es impagable.

 

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