El fabricante ruso UAC presentó un primer prototipo de la nueva versión de su turbohélice Ilyushin IL-24, que se espera que entre en servicio en 2023.
Ligeramente más pequeño que el IL-114 que realizó su primer vuelo en 1990, el avión presentado a fines de diciembre tiene otra diferencia: está totalmente equipado con piezas y componentes fabricados en Rusia (incluidos los motores Klimov TV7-117SM). En un diseño estándar, el avión podrá acomodar entre 52 y 68 pasajeros en 2 + 2, habiéndose confiado el diseño interior en 2018 a Rusaviainter.
El objetivo de UAC con el Il-114-300, diseñado para aeropuertos sin pavimentar y sin servicios terrestres (la escalera para los pasajeros está integrada en el fuselaje), es que el modelo se imponga como el reemplazo del Antonov An-24, en servicio en Rusia y en los países miembros de la CEI. El diseño proporciona espacio para la carga, especialmente el correo, para atender las áreas más remotas.
El Il 114-300 representa un nuevo avance en algo que los fabricantes rusos saben hacer muy bien: convertir versiones militares al ámbito civil. Del mismo modo, lo harán en un sistema que permite utilizar tecnología e infraestructura existente para el MC-21 y el SSJ-100. Aprovecharse de esta modularidad es clave para que el desarrollo sea accesible y la logística -uno de los históricos puntos débiles de la industria, sobre todo a la hora de exportar- sea notablemente más simple.
Después de un vuelo inaugural planeado para este año, se supone que el competidor de los ATR y Q400 entrará en servicio en 2023 en Polar Airlines, que hizo un pedido en firme de tres ejemplares de 52 asientos (para dejar más espacio para carga y equipaje).