En este día tan particular decidimos saltearnos un par de años en la línea de tiempo histórica para llegar al mes de agosto de 1969, cuando el IA-58 realizó su primer vuelo.
El Pucará, así llamado por el nombre de las fortalezas Quechúa, fue un avión de ataque a tierra biturbohélice construido para la Fuerza Aérea Argentina por la Fábrica Militar de Aviones. Entró en combate en la Operación Independencia contra el Ejército Revolucionario del Pueblo y en la Guerra de las Malvinas. También participó en la lucha de contrainsurgencia de la Fuerza Aérea Colombiana y por la Fuerza Aérea de Sri Lanka.
Historia
La Fuerza Aérea Argentina presentó a principios de 1968 los requerimientos al Área Material Córdoba para la construcción de esta aeronave. Luego la Fábrica Militar de Aviones comenzó a desarrollar el proyecto focalizándose en que fuera apta para acciones de reconocimiento ofensivo y ataque con gran capacidad de fuego aire-tierra.
El primer vuelo de esta aeronave fue el 20 de agosto de 1969 y tuvo tanto éxito que se fabricaron alrededor de 100 modelos entre 1974 y 1989.
Durante el Conflicto del Atlántico Sur, este avión se desplegó en la Base Aérea Militar Santa Cruz y en las Bases Aéreas Cóndor y Malvinas. Efectuó 69 salidas de reconocimiento ofensivo, interdicción aérea y apoyo de fuego cercano y se destacó por su excelente capacidad operativa a alturas inferiores a 15 metros, sobre terrenos ondulados y con malas condiciones meteorológicas.
Fabricantes
El proyecto estuvo a cargo de los ingenieros aeronáuticos Héctor Eduardo Ruiz, que era el jefe de ingeniería de la Fábrica Militar de Aviones, y Aníbal Dreidemie. Su concepción se basó en cuatro criterios fundamentales: flexibilidad de empleo, potencia de fuego, seguridad y simplicidad.
El diseño mostró gran durabilidad y resistencia, pero sus motores de origen francés generaron dificultades de aceptación a la hora de comercializar el avión a otros países.
Operaciones
El IA-58 participó en el Operativo Independencia (1975) atacando a posiciones guerrilleras en el monte tucumano.
Tres años más tarde, en el Conflicto del Beagle entre Argentina y Chile fue utilizado en la Patagonia, desplegándose en Santa Cruz y en Fuerte General Roca.
Durante el conflicto del Atlántico Sur, un total de 24 Pucará fueron trasladados al Teatro de Operaciones Malvinas y usaron como bases las pistas de Puerto Argentino, Puerto Darwin y Puerto Calderón. También formaron parte de la llamada Fuerza Aérea Sur, en Comodoro Rivadavia.
En la Batalla de Pradera del Ganso los Pucará combatieron en diversas misiones, recibieron disparos de todo tipo, pero consiguieron derribar un helicóptero Scout británico con dos bajas.
Fueron utilizados hasta finalizar el combate con un total de 14 aviones perdidos en combate y 11 capturados por los ingleses. Sin embargo, fueron reconocidos por su enemigo por la gran capacidad de combate en condiciones climáticas extremas.
Características
El Pucará tiene una longitud de 14,5 metros, una envergadura de 14,3 metros y una altura de 5,4 metros. Sus dos turbohélices Turbomeca Astazou XVI-G de 713 kw cada uno le permiten alcanzar una velocidad crucero de 530 km/h y una velocidad máxima de 576 km/h con un peso máximo de 6800 kg al momento del despegue.
Respecto al armamento, llevaba cuatro ametralladoras FN-Browning M2-30, calibre 7,62 milímetros, con capacidad para disparar 900 municiones cada una. Además, poseía dos cañones RSA-804 calibre 20 milímetros, capaces de disparar 270 municiones cada uno y podía llegar a cargar 1.500 kilos de bombas y cohetes. Es por esto también que se lo llamó Pucará, por su enorme capacidad de cargar armamento.
Su tren de aterrizaje triciclo confirma el motivo por el cual fue diseñado: operar en pequeñas pistas de tierra en posiciones de combate adelantadas. Prueba de ello fue la actividad del Pucará en Malvinas desde bases aéreas con pistas de tierra: la Base Aérea Militar Cóndor y el Aeródromo de Puerto Calderón, en donde pudo operar a pesar que otros vehículos no podían hacerlo por las precarias condiciones estructurales del suelo de las islas.
A 38 años de aquel 2 de Abril, conmemoramos a todos aquellos que dejaron todo por ir a defender la patria. Mis mayores respetos y admiración por ellos, por sus familias y por todos los que directa o indirectamente nos vimos afectados.
Las Malvinas son Argentinas.
Honor y Gloria al inolvidable IA-58 incluyendo sus tripulantes heroes o no de la Guerra de Malvinas. Lastima que la incapacidad de los dirigentes que la administraban a la Fabrica no permitio un acuerdo con Embraer. Hoy formaria parte de innumerables FA internacionales