Durante la novena edición de los ejercicios sino/pakistaníes Shaheen, que tuvo lugar del 7 al 27 de Diciembre del 2020, la Fuerza Aérea China (PLAAF) desplegó aviones de combate J-11B y J-10C, para ayudar a entrenar a la Fuerza Aérea de Pakistán (PAF) ya que fueron utilizados para simular a los SU-30MKI y Rafale indios.
Al ejercicio conjunto que tuvo lugar en Pakistán, la PLAAF no solo envió sus modernos aviones de combate J-10C, J-11B, sino también los más antiguos Shenyang J-8, aviones de alerta temprana KJ-500 y aviones de guerra electrónica Y-8. Pakistán participó con todas las a aeronaves de combate disponibles en el inventario de la PAF, incluidos los JF-17 block I y II y Mirage III Rose (modernizados para funciones de ataque a tierra) y J-7 (versión china mejorada del MiG-21) así como aviones de alerta aérea temprana (AEW) ZDK-03 y SAAB-2000. De todo lo que tienen, menos el F-16, lo cual puede deberse a restricciones norteamericanas.
Pero la participación más importante, al menos para la PAF, según el sitio Global Times, la de los J-10C y el J-11B, ya son muy adecuados para emular las características de los aviones de combate de la India en simulacros de batalla, dijo el lunes Fu Qianshao, un experto en aviación militar chino consultado por Global Times.
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Adversarios dispares
La Fuerza Aérea de Pakistán se encuentra en una significativa disparidad frente a su gigantesca adversaria, la Fuerza Aérea de la India (IAF). Aunque numéricamente consistente, el elemento de combate de la PAF está basado en cazas monomotores, siendo la mayoría de ellos aviones de tercera generación como los F-7 y los Mirage III. Su punta de lanza la componen la cuarentena de F-16 A/B y los JF-17 en sus bloques I y II.
En su contra tienen que enfrentar a la poderosa IAF que cuenta con más de 200 SU-30MKI (considerados los cazas más poderosos de la región), un centenar de aviones de 4ta gen MiG-29 UPG y Mirage 2000H modernizados (o en vías de serlo) y ahora también a los temibles Dassault Rafale, cuya inducción comenzó en septiembre del año pasado, dotados de radar AESA y otras ventajas significativas.
La ventaja de la India sobre Pakistán es tecnológica, numérica y de capacidades (al contar la primera con bimotores medios y pesados). Así que más vale estar lo mejor preparados que se pueda.
Chino por Indio
Es en esta coyuntura que resulta muy importante para la PAF poder entrenar contra aeronaves que tengan la mayor semejanza posible con los cazas indios más amenazantes.
El J-11B es la versión de construcción china de los Su-27 y Su-30 Flanker rusos. En su variante B, los aviones chinos poseen una mejor electrónica que su contraparte rusa o india, en especial gracias a la incorporación de un radar AESA de diseño nacional. Esto les da una ventaja significativa respecto de los radares PESA, de tecnología anterior, usados en los Su-30MKI. Así que si los pilotos de pakistaníes pueden desarrollar técnicas y tácticas que les permitan derribar (en simulacros al menos) a los J-11B, van a tener buenas chances de hacer frente a los aviones indios.
La incorporación del Rafale en la India supuso un nuevo reto para la PAF, ya que el caza francés cuenta con un avanzado radar AESA, una potente suite de guerra electrónica (el sistema Spectra, de Thales), una muy baja firma radar y en breve, estará dotado con el temible misil aire-aire Meteor.
Así que los chinos mandaron a Pakistán lo más parecido que tenían, el moderno J-10C. Aunque sean aviones de filosofía de diseño distintos, ambas aeronaves comparten algunas similitudes que para la PAF son importantes.
El J-10C posee un radar AESA, de antena algo más grande que el del Rafale. El uso de diseños stealth y la amplio utilización de materiales compuestos en su construcción, hacen que el J-10C también tenga una firma de radar baja, lo que es fundamental para los combates aire-aire a grandes distancias o para penetrar en territorio defendido por el enemigo. Finalmente, el J-10C puede desplegar el misil aire-aire de largo alcance PL-15, con performances (según medios chinos) similares a las del Meteor de MBDA.
Si bien la pronta incorporación del JF-17 Block III a la PAF les va a permitir cerrar algo de la brecha tecnológica existente con la IAF, lo cierto es que la diferencia numérica y de capacidad de las plataformas va a seguir existiendo. Y la mejor herramienta para mitigar el impacto de esta diferencia, será el entrenamiento y la preparación contra adversarios de características similares, como los J-11B y J-10C de sus aliados chinos.