El gobierno de Cabo Verde mantiene su compromiso de completar la privatización de Cabo Verde Airlines con la venta del 39% restante de la aerolínea mediante la colocación de acciones en la bolsa de valores, según un comunicado de prensa del Fondo Monetario Internacional (FMI), luego de su tercera evaluación al país en el marco del Programa de asistencia técnica del Instrumento de Coordinación de Políticas (PCI).
De esta forma, el gobierno aliviaría la carga de financiar el déficit de la compañía, que le ha costado a Cabo Verde 24,4 millones de dólares a través de cinco préstamos con garantía estatal concedidos desde noviembre de 2020. Una nueva estrategia económica quinquenal también debería ser preparada a finales de este año sobre la base de un plan de desarrollo a largo plazo recientemente completado, denominado Ambição Cabo Verde 2030, que se presentará para su aprobación por el parlamento.
Actualmente, el gobierno retiene el 39% de la aerolínea después de vender el 51% a Loftleidir Cabo Verde, una empresa conjunta 70/30 entre la subsidiaria de Icelandair, Icelandic Loftleidir y otros inversores islandeses, en 2019. El 10% restante está en manos de empleados de la aerolínea.
Según el FMI, el gobierno de Cabo Verde sigue comprometido con las reformas estructurales prometidas en 2019 de sus Empresas Públicas (EPE), que la crisis sanitaria del COVID-19 ha retrasado. La economía caboverdiana está en recesión debido al impacto económico de la pandemia que cerró los sectores del turismo y el transporte y afectó significativamente al resto de la economía. Se estima que la actividad económica disminuyó un 14% en 2020.
No se dieron a conocer otros planes de la aerolínea caboverdiana, como la reanudación de rutas, suspendidas desde el inicio de la pandemia.
La semana pasada regresó al país después de un año uno de los tres Boeing 757 de Cabo Verde Airlines.
Medios locales registraron el hecho como un «paso importante en la reanudación de actividades» y en el resguardo de los más de 300 puestos de trabajo de la compañía, aunque la oposición del gobierno también denominó esto como una puesta en escena de cara a las próximas elecciones.