F-35 5ª Gen estadounidense o 5G chino: la encrucijada de los Emiratos Árabes Unidos

Gastón Dubois

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Biden presiona a los Emiratos Árabes Unidos (EAU) para que den de baja su red de telefonía 5G de Huawei, sembrando dudas sobre la venta del F-35, sistema clave para la disuasión militar emiratí.

Según el portal de noticias Bloomberg, la administración Biden está tratando de forzar a los Emiratos Árabes Unidos para que retire a Huawei Technologies Co. de su red de telecomunicaciones y tome otras medidas para distanciarse de China.

De lo contrario, el contrato por 23.000 millones de dólares por los codiciados Lockheed Martin F-35 y los General Atomics MQ-9B, podría volver a estar en peligro.

Estados Unidos está pidiendo que eliminen los equipos de Huawei de sus redes en los próximos cuatro años, antes de que lleguen los F-35, cuyas primeras entregas están programadas para el 2026 o 2027.

Pero los funcionarios emiratíes han respondido que necesitarían más tiempo para que surja una alternativa más asequible.

Según reportaron diversas fuentes, bajo condición de anonimato, ya hay conversaciones sobre la viabilidad de obtener equipos alternativos de Samsung Electronics Co., Ericsson AB o Nokia Oyj.

Una vieja controversia que aún no encuentra resolución

La disputa sobre el uso de Huawei por parte de los Emiratos Árabes Unidos se viene cociendo a fuego lento desde la administración Trump, cuando los funcionarios estadounidenses intentaron sin éxito persuadir a los EAU, un aliado crucial en la región, para que revierta los lazos económicos y militares con China, que busca una mayor influencia en Medio Oriente.

Varias personas familiarizadas con la situación dijeron a Bloomberg que los funcionarios de la administración Trump, inicialmente habían persuadido a sus homónimos emiratíes para que reemplazaran a Huawei y bloquearan cualquier propuesta de China de instalar bases militares en su territorio.

Por comprar los sistemas anti-aéreos rusos S-400, Turquía fue se quedó sin sus F-35 y fue expulsada del programa JSF, habiendo sido uno de sus primeros y principales miembros.

Las negociaciones continuaron, sin promesas y con una actitud ambigua de parte de los diplomáticos emiratíes, hasta que a una hora de la asunción de Biden, se firmaron los documentos para la compra de los F-35.

Además, hay que recordar que en la región solo Israel tenía (y aún tiene) acceso a la tecnología del Lightning II y muchos consideraban que la venta a un país musulmán pondría en riesgo la supremacía cualitativa de la Fuerza Aérea Israelí (IAF) sobre sus vecinos, y potenciales rivales. Supremacía que EE.UU está comprometido a mantener.

Como era de esperarse, una de las primeras cosas que hizo el flamante presidente Joe Biden, fue anunciar una revisión de la venta del F-35 Lightning II a los EAU.

Luego del susto (para el Emirato y para la gente de Lockheed Martin) la venta tuvo el visto bueno y, por ahora, sigue en curso.

Sin embargo, fuentes cercanas dijeron a la agencia Bloomberg que las diferencias sobre lo que acordaron los EE. UU. y los Emiratos Árabes Unidos, respecto a Huawei y otras preocupaciones sobre la tecnología china, son lo suficientemente serias como para que todavía no haya garantía de que los EAU termine recibiendo los F-35.

F-35I de la IAF.

De esta forma se evidencia una continuación de la política en la administración Biden, iniciada durante el mandato anterior, de seguir presionando para boicotear los esfuerzos de Huawei de introducir su tecnología 5G, en las redes de comunicación de países que EE. UU. considera socios y aliados.

El argumento es que estos equipos podrían usarse para espiar para el gobierno chino. Lógicamente, China negó que esa sea una posibilidad.

El reordenamiento de las alianzas globales

Todo este embrollo hay que entenderlo dentro del contexto que representa el emerger de China como la superpotencia que tiene la voluntad y, tal vez, la capacidad de disputarle el liderazgo global a EE.UU., particularmente mediante las herramientas políticas, económicas y en casos particulares, tecnológicas (Huawei 5G).

Fue durante el gobierno de Obama que los Estados Unidos comenzaron a realizar un fuerte viraje hacia el Pacífico de su política internacional, la cual fue acelerada por Trump, y evidentemente continuada en la presente administración.

En este contexto, las viejas alianzas se cuestionan y ponen a prueba.

F-16 Block 60. Quedaron definitivamente atrás los días en que los EAU podían obtener tecnologías incluso mas avanzadas de las que tiene la USAF?

Los Emiratos Árabes Unidos están tratando de nutrir su alianza de larga data con los EE. UU., al mismo tiempo que cultivan lazos económicos y de seguridad más estrechos con China, como cobertura ante la menguante participación estadounidense en la región.

Los líderes emiratíes también están desconcertados por el deseo de la administración Biden de volver al acuerdo nuclear de Irán, que Trump abandonó en 2018.

China, junto con otras potencias mundiales, está participando en negociaciones para restaurar el acuerdo.

Tratar de balancear lo imponderable y la diplomacia 5G

¿Qué tanto está dispuesto EE.UU. a presionar a los Emiratos respecto a sus lazos con China? ¿Va a tirar a la basura un contrato de 23.000 millones de dólares en armamento de primer nivel? Sin duda los lobistas de Lockheed Martin, General Atomics y demás empresas beneficiadas van a presionar para la concreción del contrato.

Para los EAU la situación es aún más complicada. Los F-35, sumados a una cantidad de munición lanzable fabulosa (que representa la mitad del valor del contrato) bien pueden transformarse en la principal herramienta de disuasión estratégica militar del país.

Los MQ-9B ofrecerían a los EAU una capacidad de exploración marítima lejana, como nunca tuvieron antes.

Tampoco es desdeñable el enorme aumento que los UAS MQ-9B Sky Guardian/Sea Guardian entregarían a las Fuerzas Armadas emiratíes, en capacidad de recopilación de inteligencia y de exploración de largo alcance, terrestre y marítima.

Contrapesar eso con la desactivación de su red Huawei de 5G, y al daño a las relaciones políticas/económicas con China, que dicha acción inexorablemente acarrearía, es una aritmética de resultados imprevisibles, que la diplomacia emiratí deberá tratar de resolver lo mejor que pueda.

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