Toda nueva aeronave que quiere ingresar al mercado debe pasar por una rigurosa y bien estandarizada campaña de pruebas que, aprobadas, le permiten obtener su Certificado Tipo de las respectivas autoridades aeronáuticas. Es uno de los fundamentos de por qué la aviación es el sistema de transporte masivo más seguro del mundo.
Una de ellas es la de prueba de resistencia y flexibilidad de las alas, la cual básicamente consiste en incrementar la carga sobre las mismas hasta llevarlas al punto de ruptura. Para pasar la prueba con éxito, las alas deben ser capaces de doblarse hasta resistir por al menos tres segundos una carga 1,5 veces mayor a la carga límite (es decir, mucho más que la que tendrían que soportar en condiciones normales de vuelo), llegando a lo que se denomina «carga última», antes de romperse.
Embraer informó ayer que en el marco del programa de certificación del E190-E2 (segunda generación de su exitosa familia de E-jets), las alas de la aeronave aprobaron la prueba de resistencia y flexibilidad al ser sometidas a una carga de 250 toneladas.
Como pueden ver en el video, las puntas de las alas se llegan a flexionar hacia arriba hasta 3,27 metros al momento de alcanzar la carga última.
La generación de E-Jets E2 (conformada por los E175-E2, E190-E2 y E195-E2) tiene una cartera de pedidos de 275 aeronaves en firme y opciones y derechos por otras 415 aeronaves, lo cual suma un total de 690 compromisos por parte de aerolíneas y empresas de leasing.
La entrada en servicio del E190-E2 se estima para el primer semestre de 2018, siendo la aerolínea noruega Widerøe su cliente de lanzamiento.