Southwest difiere pedidos del 737 MAX 7 y echa sombra sobre esa variante

Southwest Airlines, la «madre de todas las low cost», anunció ayer que diferirá el pedido de 23 aeronaves Boeing 737 MAX 7 cuya entrega estaba pautada entre 2019 y 2021.

Bajo el nuevo acuerdo, 12 aeronaves se entregarán en 2023 y 11 en 2024, mientras que permanecería inalterada la recepción de las primeras 7 en 2019 (el pedido total es de treinta MAX 7, variante de la que Southwest es cliente de lanzamiento).

Paralelamente la aerolínea confirmó 40 opciones de aeronaves Boeing 737 MAX 8, de las cuales 15 serán entregadas en 2019 y 25 en 2020.

La decisión de Southwest Airlines de diferir las entregas de los 737 MAX 7 puede significar un duro golpe para Boeing, dado el bajo nivel de ventas que ha tenido la variante más pequeña de la familia: apenas 58 pedidos, de los cuales 30 son de Southwest, 23 de WestJet y 5 de Canadian Jetlines. Casi nada si lo comparamos con los 2.053 pedidos del MAX 8 o los 274 del MAX 10, aunque similar a los 65 del MAX 9, otra variante que también responde a un nicho muy específico del mercado.

Claro que todavía puede haber esperanzas si consideramos que de las 706 aeronaves que componen la flota de Southwest, 512 son de la variante 737-700, a las que les queda varios años de uso y para las que el MAX 8 puede quedar grande.

El 737 MAX 7 surgió precisamente como reemplazante del 737-700, y es capaz de transportar entre 138 y 152 pasajeros en configuración estándar de dos clases, aunque puede llegar hasta 172 en alta densidad, lo cual lo sitúa en una posición incómoda frente al MAX 8, que ofrece entre 162 y 178 asientos con posibilidad de hasta 200. Claro que, con 7.080 kilómetros, el MAX 7 ofrece casi un 9% más de alcance, y además rendirá mejor en aeropuertos de mucha altitud.

Dólares para todos

El anuncio acerca de los cambios en la flota de Southwest se hizo en el marco de la celebración por la aprobación de la reforma de impuestos a grandes corporaciones que llevó adelante el gobierno de los Estados Unidos.

Como resultado inmediato, la aerolínea entregará un bono de USD 1.000 a cada empleado el próximo 8 de enero. Además donará otros USD 5 millones a la beneficiencia.

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