Siguiendo el mismo esquema que cuando hay un accidente, me parece que hablar sobre la marcha de los acontecimientos puede generar mayor presencia, pero un análisis más pobre, en términos del fragor de correr atrás del instante.
Hoy hubo una nueva medida gremial que afectó una parva de vuelos de Aerolíneas Argentinas. Miles de pasajeros afectados, doscientos y pico vuelos cancelados. Un día de pérdidas para la compañía. Un día de reclamo para sus trabajadores. Un día de pasajeros afectados. De opiniones cruzadas. De ánimos caldeados.
Y como siempre, el Argento promedio, caminando en hielo frágil, pero con una opinión bien formadita. Que hay que cerrarla. Que hay que privatizarla. Que hay que defenderla. Que hay que cuidarla. Que los empleados son una cosa, que los gremialistas son otra. Que cáncer Kirchnerista. Que cáncer Camporista. Que cáncer Macrista.
Que AR vive de los subsidios que paga la gente. Que mis impuestos permiten que siga operando una empresa que no me beneficia. Que las otras compañías también reciben plata. Que mi plata no vale. Que la revolución de los aviones. Que la están vaciando. Que está mejor que nunca. Que muera Aerolíneas. Que aguante Flybondi. Que ahora que vino Norwegian les va a romper el orto. Que aguante Aerolíneas. Que muera Flybondi. Que la línea de bandera. Que los cielos abiertos, cerrados, entrecerrados.
Y la verdad, es que en todo esto hay muchas verdades, hay muchas mentiras, y sobre todo, hay muchas intenciones. Voy a tratar de ser lo más objetivo que se pueda, pero advierto desde ya que con el tema Aerolíneas Argentinas, es extremadamente difícil. Tal vez sea mejor prometer que voy a ser amplio, y que entiendo que pueda no gustar. No existe tal cosa como Corea del Centro en este asunto.
Es crudamente cierto que las cosas en Aerolíneas no están bien desde el punto de vista del resultado económico. Es cierto que el programa de reducción de subsidios quedó en la nada, porque se lo llevó puesto un barril de petróleo que subió tan parejito como la inflación. Es cierto que la devaluación y recesión que vivimos hace que crezca el mercado de cabotaje, mientras el tráfico internacional sigue bajando. Es cierto que la guerra de precios implica costos distintos para operadores distintos. Es cierto que en el contexto en el que está inmersa la aviación global, este no es un año fácil.
Es cierto que en el CyberMonday se vendieron 15 millones de dólares en pasajes a USA y Europa. Es cierto que esa cifra equivale a 43.000 pasajes. Las inexorables matemáticas indican que el promedio por pasaje es de 349 dólares. 12.377 Pesos Argentinos. Aún así, los factores de ocupación caen. La empresa va a consolidar algunos vuelos internacionales específicos de algunos días puntuales porque la cantidad de pax de cada uno es extremadamente baja.
Aerolíneas es parte de un juego que ya vimos varias veces: el jugador tradicional de un mercado que se abre suele tener una mano atada. Suele encontrarse en la disyuntiva de recibir inyecciones de capital para sostenerse o languidecer hasta perecer. No es nuevo. No es local. Pero Aerolíneas tiene atadas las dos manos, un pie y se sostiene sobre uno, saltando porque the floor is lava.
Tanto que nos gusta mirar a Europa, miremos Alitalia. Miremos Air France. Un poco más cerca de lo que estamos viviendo, miremos el mercado de India. Veamos como el ciclo se repite, una y otra vez. Y déjenme decirlo ahora, para que quede claro: no me opongo y sostengo que es importante que vengan una, dos, cinco empresas. En este asunto de la Revolución de los Aviones, yo creo en una competencia que saque lo mejor de cada actor.
No faltará el que me diga «y bueno Diazpez, la competencia hace que el menos eficaz desaparezca», y tendrá razón. Pero lejos está de ser el caso de Aerolíneas. El problema es que la línea aérea del Estado no está compitiendo solamente contra los otros operadores: compite contra el trastorno de personalidad múltiple del Argento promedio.
Quién es el Argento promedio? Ese que se transforma en el más implacable de los CEOs y quiere echar a todos los empleados de Aerolíneas, con una liviandad pasmosa. El que dice que 9, 10, 11, 15000 empleados son muchos, y encima son todos malos. El mismo que se pasa veinte minutos parado en el pasillo del avión y refunfuña porque tendría que haber más personal para que me abran la puerta más rápido, que vengan más micros, que me bajen más rápido la valija.
El mismo que grita «adónde va la plata de mis impuestos?» y se viene con cuatro iPhone XRSTSTS encanutados porque con eso se salva el viaje. Reclama responsabilidad fiscal y al mismo tiempo considera que el contrabando es un mal necesario, o una avivada, o un acto de rebeldía contra el sistema.
El mismo Argento promedio que dice que hay que privatizarla pero que pone el grito en el cielo si no hay dos frecuencias diarias a La Pampa en A350 con First Class, Business, Premium Economy y pato a la naranja de primer plato. Y prefiere mirar hacia otro lado cuando se le dice que ningún operador privado hace tal cosa.
El problema de Aerolíneas no es que recibe subsidios. No es ni siquiera el monto de subsidios que recibe. Porque de una forma u otra todos los operadores recibieron o reciben aportes del estado, sea nacional o provincial. Llámenlos estímulos, capacitaciones, reducciones de alícuotas. Si me preguntan a mí, yo estoy de acuerdo con un esquema de subsidios a la aviación comercial.
Es un sistema que no es nuevo, ni local. Existe desde siempre. Lo que pasa es que la guita que recibe Aerolíneas es un jardín que no se construye. Pero la que dejan de pagar otros operadores por exenciones impositivas no, esa es simplemente una inversión que vuelve a las arcas del estado en forma de trabajo genuino y Argentino. Así, con dos golpes en el pecho. Como si la gente que trabaja en AR no mereciera una contraprestación por lo que hace, ni tributara por ello. Esclavos modernos. Servidumbre aérea. Porque son estatales y tienen un gremio. No se mide el mismo dinero con la misma vara. Es que está el subsidio, y el subsidio.
Además del CEO, el Argento promedio también es pax, y vocifera en contra de los gremios, que son el cáncer de esta sociedad. Mientras se toma unos días de vacaciones pagas de ésos que aparecieron mágicamente bajo una baldosa llamada 14bis. Y es cierto: las asambleas son disruptivas y generan malestares enormes a los pasajeros, que pagan sus tickets para hacer uso de un servicio que finalmente no reciben. Generan pérdidas a la misma empresa a la que pertenecen y quieren defender, como si la caja de la patronal y la de la compañía no fueran la misma. Y al final del día, pierden las tres partes.
Pierde el pax, que se transforma en ese Leviatán Hobbesiano que se alimenta de sangre de empleado y de imagen corporativa en partes iguales. Pierden los gremios, que terminan en un enfrentamiento contra ese monstruo grande que como paga impuestos le paga el sueldo (argumento que se usa con policías, agentes de tránsito, empleados municipales y cualquier otro ser humano que esté en relación de dependencia con el estado) y parece que le está pagando mucho, y al mismo tiempo pelea contra su empleador real que es la empresa. Y pierde la empresa, que a la coyuntura compleja que ya vive le sumará cancelaciones, reprogramaciones y pesadillas logísticas varias.
Ahí es donde surge la batalla épica en la que se revolean plazos de acuerdos, porcentajes y números varios, y lo que para unos es mucho para otros es poco. Lo que para unos se otorgó para otros no, y a un tercero le importa un carajo el número exacto, yo lo que quiero es viajar a Bariloche. Y a mí me queda la amarga sensación de estar viendo una pelea de borrachos que lleva generaciones, en la que todos se enfrentan a muerte sin darse cuenta de dos cosas: una, que están todos metidos en la misma lógica perversa que hace que se necesiten mientras más se aborrecen. Y la segunda, es que nadie sabe a ciencia cierta por qué se están peleando.
En la revolución de los aviones, Aerolíneas se enfrenta al peor problema que puede tener cualquier actividad humana: el doble estándar. Fomentar la aviación comercial desde el estado sin apuntalar al actor estatal de ese mercado desde el estado es medir distinto. No significa otorgar otro cheque en blanco a una administración deficiente: hoy AR, con un contexto económico sensiblemente distinto al que tenía hace cuatro o cinco años, recibe muchísima menos plata que en ese entonces, sin haber tocado personal y aumentando la flota.
Aerolíneas necesita una administración que le saque el jugo a lo que recibe, y que lo que recibe le permita adaptarse a lo que el mercado hoy exige. Hay inversiones por hacer que son importantes, pero no para que AR sea la más mejor del mundo mundial: son necesarias para poder competir en igualdad de condiciones con los operadores que el dueño de AR (el estado) dejó ingresar. Dónde va a quedar el retrofit de los 737 si se cierra la canilla? Si se corta el retrofit, cómo se compite con un avión que divide sus costos entre más pasajeros? Cuánto dura eso? Si no hay reemplazo de los 190, cómo se pelea de igual a igual con un avión que lleva potencialmente el doble de pax? Cuánto tiempo se sostiene una ruta? A qué precio tengo que poner un pasaje si mi costo es mayor? Qué genera más pérdida en el largo plazo?
Y a la larga, la pregunta es ésa. Qué hacemos con Aerolíneas? Tal vez sea la pregunta más difícil, porque dejado a la sabiduría popular, ya se hubiera armado la horda con antorchas y tridentes. Dejado a la voluntad expresada por el gobierno nacional, que no reciba un sólo peso más y que pase lo que tenga que pasar. Dejado a la voluntad de la empresa, que los gremios entiendan que no es momento para andar pidiendo cosas. Y dejado a la voluntad de los gremios, que la empresa entienda que como trabajadores, hay derechos adquiridos.
Para mí, Aerolíneas debe ser un actor regulador de la oferta y la demanda del mercado local. Debe tener un fin ulterior a la ganancia y garantizar la conectividad, sin hacer fomento, pero teniendo en cuenta factores que otros operadores privados no consideran, básicamente porque no tienen la necesidad de considerar. Eso lo hace a partir de una estructura de gente que trabaja. Y entre esa gente que trabaja y quien la emplea, hay una puja que no se restringe a los salarios. En la búsqueda de competitividad, se plantean puntos de los CCT que se quieren revisar. Del otro lado, hay una resistencia a perder esos puntos.
Si entendemos que ésa es la función de Aerolíneas Argentinas, necesitaremos entender que los subsidios que recibe son necesarios. Si queremos una AR que de ganancia, deberemos pensar en una línea que atienda destinos de alta demanda, con modalidades de negocio similares a las de los otros competidores. Lo que no podemos hacer es seguir pretendiendo dos cosas opuestas para la misma operación. Es de locos pretender hoy por hoy subsidio cero y al mismo tiempo pedir ultra conectividad a todos los destinos del país.
Y en este ajedrez revirado de cuatro jugadores, tal vez estemos cerca de un tablas sangriento, donde nadie puede moverse sin perjudicarse y sin embargo le toca. Tal vez sea momento de escucharse entre todos y ver qué se puede sacar en limpio. Porque, al contrario de lo que el Argento promedio piensa, el mercado aerocomercial Argentino no será mejor sin Aerolíneas.
me parece un espanto seguir sosteniendo esta empresa con nuestros impuestos.
O veamos la situación desde otro lado, si hay que subsidiar ciertos destinos el personal tendría que entender hasta donde puede pagar el estado.
Y si no te gustan los sueldos, busca trabajo en otra empresa.
pd creo que sueldos de hambre no tienen.
Muy bueno!
Buenas noches! La verdad que como usuario de AR me duele mucho lo que está pasando, por un lado me parece fundamental el rol que desempeña en la conexión de destinos nacionales y estoy dispuesto a comenzar siempre mi búsqueda de pasajes con ellos, pero por el otro necesito previsibilidad, vivo en Neuquén y un vuelo perdido a Bs As representa casi con seguridad una conexión internacional perdida. Es muy complicado y creo que éste tipo de medidas tan intempestivas hacen que se vaya minando la confianza. Saludos!
P.D: Ya que sos un persona súper objetiva en la información que brinda, me gustaría que algún día pudieras desarrollar un post con el cese de operaciones de AR en EZE-BCN, y porque para AR no es negocio pero si para Level. En parte para desasnarme y en otra para derribar mitos. Gracias!!!!
Hola Ramiro, coincido que el problema de la previsibilidad es algo que se tendría que tener en cuenta cuando pasan estas cosas. El pasajero de a pie no tiene culpa y sólo necesita viajar, aun entendiendo la problemática y estando o no de acuerdo.
Tengo pendiente explicar lo de la ruta a BCN. Seguramente lo haga en estos días.
Abrazo!
La unica realidad es que incluso cuando hubo paro general flybondi siguio volando , lo que necesita el mercado aereo argentino es desregulacion total. Sacar los requisitos de audencias y meter cielos abiertos , que cualquier nave y cualquer tripulacion vuele. El tiro de gracia es cerrar aerolineas porque mientras exista una linea estatal seguira habiendo una regulacion de ese sector . El mismo mercado se encargara de ofrecer mas y mejores vuelos a todos lados y no tengan miedo que si es negocia viajar se viajara y si no es negocio viajar es porque que el destino no deberia tener vuelos y es un desperdicio de recursos. Aerolineas es la metafora del pais que quieren tener algo que funcione (vuelos) pero no quieren el capitalismo
Mmmmmmmno sé si desregulación total, porque en el mercado aerocomercial tal cosa no existe. Y del mismo modo, no sé si los cielos abiertos son una solución al meollo del transporte aéreo Argentino. Tal vez lo sea para que uno consiga un pasaje super barato para algún destino específico, pero guay del día que tengas que viajar a otro lado y no haya cómo… porque no es rentable.
Que AR esté o no esté o que sea estatal o no no significa que el mercado sea regulado o no. Cuando Marsans tenía AR el mercado seguía igual de reguladito. Y sin embargo….
Gracias, estaba buscando opiniones sobre el tema de alguien que entienda un poco más. Espero que entendamos los argentinos. Buena descripcion del ciclotímico Argento.
Si esta todo muy claro, pero decidir salvagente, por que otra palabra no me queda, de que un avión tiene o no que salir y dejar a miles de gente varadas por que ELLOS así lo deciden, definitivamente eso no me parece ni ético ni humano. Soy médica y seguro que gano menos de los que trabajan ahí y seguro que también trabajo en muy malas condiciones y te lo puedo demostrar y JAMÁS se me ocurrió hacer un paro por que YO o un grupo de gente decidimos cerrar una clínica.
Me encantan las notas de este blog, por el conocimiento técnico y la prudencia del autor, que prefiere esperar a ganar clics, lo cual es de agradecer. Lamentablemente, esta nota es todo lo contrario, comenzando con la soberbia del título. Mi opinión personal:
-El Estado es un costo para los ciudadanos, que aportan contra su voluntad (si sostuviéramos al Estado voluntariamente, no existiría discusión alguna). Por lo tanto, debe gastar con la máxima prudencia posible, evitando cualquier tipo de despilfarro. En un país como Argentina, con un desempleo superior al 10%, alta pobreza, una de las inflaciones más altas del mundo, una carga fiscal récord, un alto déficit fiscal y una infraestructura limitada, despilfarrar el dinero los contribuyentes es simplemente inmoral. Sea para sostener a Aerolíneas Argentinas o las pavadas en las que malgasta Rodríguez Larreta.
-Algunos se creen filósofos del pensamiento aerocomercial, preguntándose qué hay que hacer con Aerolíneas Argentinas, cuando ni siquiera pueden responder la pregunta más obvia: ¿qué beneficio otorga a los ciudadanos tener una aerolínea estatal? ¿Ofrece, Aerolíneas Argentinas, pasajes por debajo del resto de las empresas, permitiendo viajar a más ciudadanos? No. De hecho, para proteger a los empleados de AR, durante mucho tiempo pagamos mucho más de lo que lo hubiesemos hecho en un mercado competitivo. Vayan a contarle a quien perdió un padre, una esposa, un hijo o un amigo en un accidente de carretera por no poder pagar un vuelo, el orgullo que sienten de tener una «aerolínea de bandera». La bandera del nacionalismo, una de las cosas más estúpidas y peligrosas que hay.
Lo único que ofrece AR respecto a la competencia es su mayor cantidad de rutas y frecuencias, que es una consecuencia directa de la restricción de la competencia que se impuso durante años.
¿Qué hubiese pasado si el gobierno anterior en lugar de reestatizar AR hubiese abierto la competencia en ese momento? Sin gastar un sólo dólar, tendríamos un mercado aéreo mucho más grande que el actual.
-Ponerse del lado de los sindicalistas es estar en contra de la gente. Los sindicatos son un cáncer, acá y en todos lados. Argentina fue uno de los países más ricos del mundo hasta que se aplicó la legislación laboral del fascismo italiano. Si alguno se siente ofendido, debería repasar de donde vienen las ideas que defiende.
El art 14 bis no otorga vacaciones, como algún despistado puede entender leyendo esta nota, sino que es una artículo contrario al resto de la Constitución, incorporando una serie de horrores que sólo pueden afectar el buen funcionamiento empresarial y la consecuente pérdida de empleos.
En ningún país exitoso los sindicatos tienen el poder que tienen acá, y encima son todos unos delincuentes.
Para que haya empleo y buenos salarios se necesitan inversiones, no buena voluntad. De eso está lleno.
Cualquier sindicalista quiere que a su sector le vaya bien, que se contrate más gente, tener más afiliados y consecuentemente más poder político (para negociar mejores condiciones) y económico. Curiosamente, los sindicalistas aeronáuticos en Argentina no quieren nuevas empresas, lo que significa más vuelos, más pasajeros, más conectividad, mejores precios, etc. Lo único que quieren es mantener los privilegios absurdos de AR.
¿Cuánto le cuesta a AR que la posta de la tripulación en NY sea de 4 noches (antes de Isela eran 5), mientras que la posta de UA y AA en Bs. As son de una 1 noche? No me refiero a gastos de hotel y viáticos, sino a cuentas tripulaciones de más tiene contratadas AR.
Un amigo se va a fin de noviembre a Miami como sublo, porque su hermana fue TCP de AR y como no tiene hijos, son los hermanos los que aprovechan el beneficio. ¿Cuánto nos cuesta estos privilegios?
-También el autor de la nota se pone en contra de los ciudadanos cuando critica el contrabando, un delito que sólo existe en una cabecita estatal llena de telarañas. Me sorprende que una persona que dejó su trabajo para ejercer libremente el periodismo, y que sus ingresos dependen de su capacidad de satisfacer las necesidades de los consumidores, esté tan en contra del ciudadano de a pie y a favor del estado, los sindicatos y los privilegios.
Yo tengo el derecho de comerciar libremente con quien quiera, y no tengo que pagarle tributo a nadie por eso. Es como que Carrefour te ponga una multa por comprar en Coto.
-Yo no trabajo en la industria aérea, no tengo que quedar bien con ninguna empresa ni obtengo recompensa alguna por lo que escribo, y mi único interés es el deseo de que en Argentina volar sea seguro, con buenos precios y con la mayor conectividad posible. Para lograr esto, el único camino la competencia y nada tiene que aportar una aerolínea estatal. Si hoy el gobierno anunciara que a partir de 2020 cierra AR, no pasaría absolutamente nada. Simplemente otras empresas ocuparían su lugar. De todas formas, no deseo que cierren AR: le regalaría las acciones a los empleados. Eso generaría los incentivos necesarios para que la empresa no sólo sea sustentable, sino que crezca. Si no lo logran, no podrán echarle la culpa a nadie.
Todo esto que escribí no tendría ningún sentido si los que defiende la existencia de una aerolínea estatal explicaran objetivamente cuál es el beneficio y por qué hay que pagarlo.
Un detalle más. ¿Nunca les llama la atención que la principal aerolínea de América Latina haya surgido de una país pequeño, casualmente el líder regional en reformas promercado y consecuentemente, calidad de vida?
Hola Matías, voy a ir por partes. Y al final te agrego algo.
Arrancás llamándome «filósofo del pensamiento aerocomercial» y te preguntás: «¿Ofrece, Aerolíneas Argentinas, pasajes por debajo del resto de las empresas, permitiendo viajar a más ciudadanos?». Y respondés que no.
En verdad, la respuesta es sí: AR firmó convenios con Anses, por ejemplo, que otorga pasajes con descuento a sus beneficiarios. Que a mí -gracias a Dios y por ahora- no me alcance el beneficio, no significa que no exista. Sigamos.
El argumento de qué hubiese pasado si no se estatizaba AR y se hubiese abierto la competencia, es un tanto contrafáctico porque no pasó. Es más, se redujo la posibilidad de competir, cosa que para mí estuvo -y está- mal. Cosa distinta es, para mi humilde entender, desinvertir en AR porque las reglas del juego así lo exigen. Lo exigen si los objetivos de las operaciones fueran los mismos, claro.
Podemos pensar en una AR que de ganancia? Y, es difícil, si además de los destinos que dan plata tiene que volar a donde no le conviene, estamos de acuerdo. Pero entonces, definamos qué queremos de AR -sí, yo, filosofando de nuevo- y actuemos en consecuencia. Inclusive si la idea es convertir a AR en un operador rentable, la inversión en equipos la tenés que hacer. Porque hoy, la flota no puede generar ganancia. Así vuele exclusivamente a los mismos destinos que su competencia.
Es cierto que el 14 bis no otorga vacaciones. Las otorga el Artículo 150 de la Ley 20744 de Convenios Colectivos de Trabajo. Lo sé, porque durante una buena parte de mi vida trabajé fuera de convenio, lo que me puso en un lugar horrible a la hora de pelear mi salario en un país con una inflación sistémica. Con evaluaciones de desempeño excelentes, hubo un trabajo en el que me ofrecieron un 2% interanual. Go figure.
Creo que decís dos cosas erróneas cuando hablás del sindicalismo, y dos cosas acertadas. No lo considero como concepto un cáncer, pero sí reconozco que hay sindicalismos más dañinos que otros. Muchas veces el reclamo es atendible pero el método no. Para mí este es uno de esos casos, además del abuso de la figura de «asamblea». En eso estamos de acuerdo.
También considero que te equivocás cuando me tratás de fascista, pero como es una impresión mía te la voy a dejar pasar. Lejos estoy de esa ideología, o la de nacionalista a la que hacés referencia más arriba. Creer en un estado activo y regulador de una actividad, como pasa en todo el mundo y en los mercados que mirás con amor por su nivel de libertad, no significa que me gusten las camisas negras, ni que ande con ganas de invadir Polonia. Son cosas distintas.
Vuelvo sobre lo anterior: no me pongo del lado de los sindicalistas (acordate: acá me acusás de esto. Un par de párrafos después me acusás de otra cosa, pero vamos de a poco.) y por ende en contra de la gente. Siempre voy a estar a favor de la gente y claramente que este paro encubierto es una medida impopular y que jode la vida de aquél que paga un pasaje y por tanto demanda ser transportado. Coincido en el caracter coercitivo y mafioso de muchos sindicatos. Ahora, si me preguntás qué prefiero entre un trabajador que debe pactar las condiciones de su laburo en forma individual o colectiva, de acuerdo a mi experiencia preferiré la colectiva. Que no es lo mismo que defender la patria sindical.
Sigamos. Si pensás que me pongo en contra de la gente porque critico el contrabando, al que llamás «un delito que sólo existe en una cabecita estatal llena de telarañas», te cuento que mientras esté legislado como un delito, me corresponde oponerme. No es la primera vez que tu deseo libertario se cuela en tus mensajes, y me parece perfecto que pienses así. De ahí a creer que contravenir un orden establecido amparándote en una libertad que deseás pero no existe es factible de ser aplaudida, hay un trecho. Por ahí, critico el contrabando por la misma razón que critico al que estaciona frente a una rampa: convinimos entre todos en que está mal. Mientras eso no cambie, seguiré estacionando donde se supone que puedo. A la larga, tengo total libertad de no seguir esta convención, y pagar la multa que me corresponde. Vos podés seguir trayendo lo que quieras y en la medida que no te agarren, disfrutarlo. Pero la multa existe.
Cerrando, decís que no trabajás en la industria, y que por eso no tenés que quedar bien con ninguna empresa, apuntando implícitamente que yo sí. Entonces, al final no sé a quién mandarle la factura: a la empresa o a los sindicatos a los que me acusás de defender arriba. Posta, decime a quién le mando porque me pusiste en un brete.
Más allá de todo, coincido en que tal vez una participación accionaria mayor de los empleados podría mejorar bastante las cosas: hace mucho que sostengo que los empleados -y sus representaciones colectivas, los gremios- deben ser parte del negocio, para entender que el éxito de empleados y empleador están necesariamente entrelazados. Sostuve en un artículo anterior que deben sentarse y tratar puntos que impactan directamente en la competitividad de la compañía.
Seguramente que si cerrara AR las otras compañías tomarían su lugar: pero no todos sus lugares. Entonces, lo que hay que pensar es qué visión gana: si la mía como pasajero a quien solo le interesa el mejor precio posible al lugar al que yo viajo o si hay que pensarlo como una empresa a la que se le imponen rutas desde un objetivo mayor -maldito keynesianismo, no?- o si se puede volar sólo adonde deja plata y que el resto se tome un micro. O no, a quién le importa. Lo que hay que definir es eso. De eso se trata.
El beneficio de AR tal vez no lo veas vos -concedo eso- pero en un esquema de cosas, tal vez sea más fácil de dirimir. A falta de un esquema mejor -que dudo que sea el libre mercado, porque tal cosa no existe en ningún mercado aerocomercial del mundo-, éste es el que hay. Y acá es donde hay que definir -filosofando de nuevo- qué canción tiene que bailar AR.
Te mando un saludo.
El nazi, fascista amante de los gremios y crítico del contrabando,
Pablo Diaz.-
Sencillamente brillante
Desde mi punto de vista, buscando cortar por lo sano, creo que se podría dar 3 años de gracia (o sea, tres años más de subsidios), para que hagan una ultima acomodada de cargas e inversiones y dar libertar para que vuelen solo donde tengan ganancias y listo.
Sigan solos. Con o sin participación societaria del estado nacional, pero sin subsidios tapa baches por los siglos de los siglos.
Tienen estructura suficiente (recursos humanos de primer nivel, hangares, centros de formación, simuladores, trayectoria, flota, etc. etc.) para competir con nuevos actores.
Que hacer con los destinos que se abandonarían?
Licitar lineas de fomento. Ya sea LADE directamente o licitar por ejemplo por dos años 500 asientos semanales Aeroparque-Formosa, 1200 semanales AEP-IRJ-CAT, con ciertas condiciones de horarios, conexiones posibles, regimen de tarifas y que el Estado cubra a la empresa si no se vende la suficiente cantidad de tikets.
Se podrían presentar como oferentes Aerolineas Argnetinas, Norwegian, Andes, Flybondi, en fin, el que quiera participar de la licitación. Si no se presenta nadie…. iria LADE.
Creo que con eso se le da libertar a las aerolineas de volar a donde quieran, de tener una economia y finanzas saludables, flexibilidad para competir como una aerolínea normal y serían los Estados nacional o provinciales los encargado de promover destinos marginales y ayudar a las economias regionales (creo que ese es el rol del Estado, no de una empresa estatal que de movida compite con empresas privadas).
Yo comparto y me encanta el espiritu de Aerolineas de conectar esos destinos complicados, venidos abajo. Pero quién define cuales son esos destinos? Por qué no vuelan también a Curuzú Cuatia, o a Chilecito, Etc etc etc….? Creo que hay un limite para esa «excusa».
No me parece justo estar cargando a Aerolineas con el peso de la pobreza que hay en muchos lugares de Argentina. Si hay destinos marginales que el Estado considera que si o si tienen que estar conectados, entonces que sea el Estado el que busque las soluciones ya sea licitando lineas de fomento o lineas terrestres hasta el aeropuerto más cercano. Y dejemos que Aerolineas funcione como una empresa normal.
Es un excelente argumento. Estaría bueno tener esta discusión seria sobre qué hacemos.
Abrazo y gracias por leer.
Diaz Pez, la verdad que discrepo en mantener AR a fin de servir los destinos no redituables. Si un destino no es redituable que la gente viaje en colectivo, a lo sumo si queres subvenciona ese vuelo en el peor de los casos, pero no toda la aerolinea. Ademas como dice Pablo con que criterio lo haces, por que un destino si y otro no. Tambien hay que considerar si el destino no da numeros positivos a causa de que se lo sirva con equipos no adecuados, no es mejor dejar que entren jugadores con equipos adecuados para cada destino? Por otro lado esta bien que se defienda al trabajador pero los sindicatos tienen la mentalidad de hace 40 años, hoy la industria es mas flexible porque el negocio cambio. Hoy no hay nada seguro, tenes que ir adaptandote a los cambios que cada vez se aceleran mas, pones una remiseria y te sale Uber, haces una posada y te sale Airbnb, una motomensajeria y te sale rapi, un negocio y te sale Amazon. Con esto quiero decir que las cosas cambian rapidisimo y hay que adaptarse y competir a costa de perder beneficios, especialmente en una empresa estatal donde asistimos esos beneficios tanto los que volamos como los que no. Nadie dice que haya que esclavizarlos ni que tengan que trabajar gratis, pero dado a que AR pierde dinero podrian renunciar a muchos beneficios, como por ejemplo los pasajes familiares o que los busquen en remis a cada miembro de la tripulacion, hasta que los numeros mejoren, eso es lo que cualquiera hace en su vida cuando la plata no alcanza. He esccuhado a tripulantes putear porque el vuelo sale completo (ergo tienen que laburar mas) y eso pasa por un tema de mentalidad, en lugar de estar contentos porque si sales completos signficaria perder menos, aunque no necesariamente, putean porque tienen que laburar. Es un tema de mentalidad, apelan al orgullo somos todos AR para reclamar derechos pero no para cumplir obligaciones, por supuesto que no todo el mundo, pero creeme que una gran mayoria.
Gracias a vos también. Abrazo.
En primer lugar quisiera resaltar un detalle muy importante respecto de ARSA – que creo que no mencionaste-, y es el hecho que en el mundo occidental y en pleno siglo XXI el concepto de la aerolínea de bandera (100%) estatal hace rato que se volvió un anacronismo. Esta ARSA re- estatizada va a contra mano de la evolución del transporte aéreo mundial.
Por otra parte, coincido en que el problema con Aerolíneas no son los subsidios, el problema con Aerolíneas es que es 100% estatal, es decir que tiene exactamente los mismos beneficios impositivos que todas las demás, con la ventaja adicional que «papá estado» le cubre el déficit, le sale de garante y, a veces (dependiendo de quien gobierne), hasta sale a complicarle la vida a la competencia (como cuando quisieron correr a LATAM de su hangar en AEP). El otro gran problema con ARSA es que las pretensiones salariales, los beneficios laborales y los convenios colectivos de trabajo leoninos de sus empleados y sindicatos, están totalmente desconectados de la realidad económica y financiera de la empresa. No me parece que un piloto que gana entre $125000.- (copiloto de EMB-190) y casi $300000 (comandante de A330), y te para la compañía porque quiere 40% de aumento y un bono compensación para pagar el aumento del gas (parece una joda, pero no, también pedían éso), pueda ser considerado un esclavo moderno, ni una víctima de servidumbre aeronáutica, más bien diría que se trata de un delirante que no se quiere dar por enterado que es empleado de una empresa estatal, mantenida por un estado tercermundista, endeudado hasta el cuello, en medio de una crisis económica durísima y que a pesar de todo ello, en los últimos 10 años lleva invertidos más de U$S 6000 millones en ARSA y AU, pero a los señores no les alcanza, y tampoco les importa que la única manera en que la empresa podría satisfacer sus demandas sea aumentando los aportes del estado. Los empleados de ARSA creen que la empresa existe para asegurarle a ellos un puesto de trabajo, un salario muy por encima de la media argentina y beneficios adicionales que muy pocos tienen. Yo creo que Aerolíneas, como cualquier otra empresa estatal, debe tener como objetivo primordial brindar a los usuarios un servicio con la mejor relación costo/calidad posible. Son los empleados los que se deben amoldar a las necesidades de los pasajeros y del mercado en general, y no al revés.
Es bastante irónico que ahora se reclame que el estado tiene que seguir poniendo plata para renovar la flota de ARSA/AU, y de esa manera poder competir en igualdad de condiciones con las nuevas compañías. Justo Aerolíneas, que siempre corrió con el caballo del comisario. Cómo se compite contra una compañía que sabe que sin importar cuanta plata pierda, cuan rojo sea su balance, siempre va a tener a su disposición la billetera gigante del estado para rescatarla. Aerolíneas Argentinas es la competencia desleal personificada.
Hola Javier, te diría que coincido 105% con lo que decís sobre lo anacrónico de una línea aérea estatal. Tal vez la discusión sobre aceptar participación accionaria o bien privatizar la compañía haya que tenerla, estamos recontra de acuerdo.
Ahora, en el estado actual de cosas, creo que las opciones son pocas: o sincerás que sigue necesitando subsidios o se los cortás y la dejás morir. De las dos, prefiero la primera, por el impacto que tendría en el mercado nacional la desaparición de AR en el mediano y largo plazo.
Con respecto a la renovación de flota, creo que es necesaria para arreglar el problema de la compra de los 190, y también de los 330-200. No han sido buenas elecciones y nuevamente, la opción es operarlos a pérdida o buscarle la vuelta a bajarle el costo.
Habrá que ver cuál es el camino.
Abrazo y gracias por leer.
Genial comentario. Te agrego que para un empleado de AR lo mas importante es el mismo y luego viene en cliente. Es la cultura de esa empresa . Desde el 1er al último empleado
Excelente artículo, y lamentablemente los argentinos aman opinar. Hay que aceptar que Aerolíneas no de ganancias porque debe conectar lugares que siempre darán pérdida. Pero creo que por eso sería necesario dejar los E190. Son aviones muy capaces e ideales para aeropuertos de baja demanda. Si Aerolíneas cubre esas rutas con los Embraer y no compite contra sí misma, dejando el Max para el mercado regional y el resto de la flota para competir en cabotaje, haría un más eficiente uso de su flota sin entrar en grandes inversiones.
El problema de los E190 es el costo de operación, la verdad que nada que decir sobre su performance porque es un avionazo. El tema es qué se va a hacer con esos destinos de baja demanda. Si a la baja demanda le sumás costos altos, la ruta es insalvable. Y quiero creer que la idea no es bajar rutas.
Estaba por poner un comentario, pero era casi del mismo largo que el post así que lo resumo a esto:
Impecable.
Me encanto tu articulo como varios otros que publicas. A su vez soy parte de un grupo de amigos grande de comandantes y copilotos de Aerolineas Argentinas con los que mantuve discusiones largas y a veces tensas respecto de varios de estos temas. A continuacion el punto que considero mas importante:
Hace años que mis amigos comandantes de esa empresa vienen sosteniendo que el standard internacional de sueldo de un Comandante es de 10 mil dolares (350 mil pesos, un poco por encima de lo que los diarios salierona publicar estos dias) y que si afuera ganan eso entonces aca deberian ganar algo muy cercano a ese monto…con esa idea ellos encaran estos tipos de reclamos, olvidandose que trabajan para una empresa estatal sumamente deficitaria en un pais en donde el promedio de sueldo en privados esta actualmente en 21 mil pesos…
Pretender ganar 10 mil dolares en argentina porque los pilotos afuera ganan lo mismo es exactamente lo mismo que si yo dijera que como Ingeniero supervisor en una multinacional como la que trabajo y sabiendo que en la casa matriz de dicha multinacional en USA donde al mismo puesto mio le pagan 8 mil dolares mensuales yo debiera ganar lo mismo y no los 2 mil dolares que actualmente estoy cobrando producto de la devaluacion y de QUE TRABAJO EN ARGENTINA. Ese planteo es ridiculo y se cae por donde lo mires, aca y en cualquier otro pais, sino hay que mirar lo que le pagan a los pilotos fuera de AR.
Con el correr de la semana todos estos amigos de los que hablo estuvieron tirando todo tipo de maldiciones a los diarios por publicar «las mentiras» de los sueldos que publicaron porque ellos dicen que ni de suerte gananan eso y que es todo una maniobra de no se quien…es mas, me llegaron a asegurar que no cobran ningun aumento desde Noviembre 2017.
Son mis amigos, los quiero mucho, pero creo que llego la hora de sincerarse, en la argentina de hoy lo que ganan es ilogico, mas ilogico es pretender cobrar en dolares lo mismo que sus pares de afuera y sean derechos adquiridos o no, con seguridad hay que revisarlos.. El tema de los salarios es muy sensible para cualquiera, pero esto ya es irracional
Saludos
Un buen articulo que trata de trae a luz a este problema nacional. El relato de la empresa estatal es que vuela a lugares no rentables e une al pais, hace patria. Mi impresion, probablemente producto de los prejuicioos e ignorancia, es que hay mucho de mito respecto a esa funcion. Cuales son los destinos no rentables que vuela AA? Las nuevas low cost, vuelan a lugares rentables o hacen rentables las nuevas rutas que estan explotando, muchas de las cuales AA dejo o nunca exploto? Otra impresion es que AA es deficitaria principalmente porque hay exceso de personal, prebendas increibles etc y no porque vuelen a lugares no rentables. Me gustaria, si es posible, comentes sobre mis inquietudes. Muchas gracias, Claudio
Hola Diazpez. Hace mucho que leo el blog. Este, sin lugar a dudas, es uno de los mejor post que haya leido.
La descripción del argentino promedio (y hasta mayoría diría, sacandome la zaraza de «no, no, somos todos educaditos y nos hacen quedar mal un puñadito de imbéciles especiales) es brillante.
Ahora, mi pregunta es, la solución a todo este lío histórico de AR es que se convierta en una low cost (en cualquier negocio sino te adecuas a la trasnformación del mercado te llevan puesto) mix de no se, por ej Flybondi y Level? Es decir, unificar una flota de 737-800 para cabotaje y tener un par de A330-200 para hacer destinos internacionales? Creo que si tenes un negocio deficitario, hay que buscar formulas distintas porque si siempre aplicas las mismas medidas, siempre tendras los mismos resultados y, va a llegar un punto que no vas a tener ni para el alquiler del local.
Gracias por compartir información precisa y análisis imparcial para todos los que somos tus lectores y que tenemos interés genuino y no politizar todo sino sólo informarnos con objetividad. Abrazo grande
El tema con «lowcostizar» es que antes de ser una low cost para el pasajero, lo tenés que ser adentro. La reestructuración que hay que hacer es enorme, la resistencia a esa reestructuración también lo es.
No digo que AR por ser lo que es y hacer lo que hace tenga de despilfarrar plata; lo que digo es que si la idea es buscar rentabilidad, el camino es arduo y doloroso.
Un abrazo, y gracias por leer!