ATR y Air New Zealand firmaron un acuerdo con el objetivo de «explorar el rol que podrán jugar las nuevas tecnologías de propulsión en el ecosistema de aeronaves regionales del futuro».
Ambas compañías investigarán el desarrollo de estas nuevas soluciones y los sistemas que son necesarios para darles soporte, como infraestructura aeroportuaria, regulaciones, mantenimiento y operaciones en tierra y en vuelo.
«Se espera que las aeronaves híbridas ingresen al mercado aproximadamente durante la próxima década. Dependiendo de en qué momento las tecnologías híbridas y eléctricas estarán disponibles para aeronaves turbohélices de gran tamaño, creemos que hay potencial para que éstas sean una opción viable para nuestra red regional», dijo Christopher Luxon, CEO de Air New Zealand.
A través de su filial Air New Zealand Link, el grupo opera una flota de 51 turbohélices, los cuales de acuerdo al ejecutivo representan aproximadamente el 40% de las emisiones que realizan en el mercado doméstico, por lo que consideran que allí se encuentra una enorme oportunidad para ahorrar en emisiones de carbono y llegar a cumplir el objetivo de avanzar hacia la neutralidad de carbono y reducir las emisiones al 50% para el año 2050 (en relación al año 2005).
Esto, combinado con la red de suministro de energía renovable de Nueva Zelanda, vuelve al país como un lugar ideal para probar estas nuevas tecnologías aplicadas en la operación de aeronaves regionales.
«ATR, como líder del mercado, está trabajando en el futuro de la tecnología de los turbohélices. Las aeronaves híbridas y eléctricas son claramente el camino que hay que seguir. ATR y Air New Zealand hacen una combinación perfecta para explorar las enormes oportunidades y las implicaciones de esto en el ecosistema de la aviación regional, por lo que marcaremos un importante benchmark para la industria y para Nueva Zelanda», dijo por su parte el CEO de ATR, Stefan Bortoli.