«Mi Amigo»: El avión que Tony Foulds nunca olvidó

Pablo Díaz (diazpez)

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El 27 de Febrero de 1944, una formación de B-17 despegó de RAF Croughton, su base en Northamptonshire, Inglaterra, para bombardear un aeródromo Alemán en Alborg, Dinamarca. El aeródromo era base de escuadrones de Focke-Wulf 190 y Messerschmitt Bf 109, que alertados, salieron al encuentro de la formación de bombarderos aliados.

Bf-109
Fw-190

En el combate aéreo, el B-17 Flying Fortress 42-31322, que llevaba el apodo «Mi Amigo», fue atacado y perseguido por los aviones del Eje. Mi Amigo estaba todavía pesado porque no había podido arrojar su carga de bombas: no había tal cosa como bombas de precisión, y el objetivo estaba tapado por nubes. El B-17, herido, inició el regreso a su base.

Sobre el Mar del Norte pudo soltar finalmente su carga. Los 109 y 190 ya habían abandonado la persecución, conscientes del riesgo al que se exponían acercándose a los interceptores Británicos. Aún así, el avión estaba seriamente dañado y luchaba por mantenerse en el aire. Sus sistemas de comunicación estaban averiados, y probablemente algunos miembros de su tripulación estuvieran heridos o muertos. Desviado 80 millas de su rumbo, cuando la situación se volvió crítica la tripulación remanente decidió aterrizar de emergencia. Pero había un problema: estaban sobre la ciudad de Sheffield, donde las casas y las personas eran muchas. Hasta que en uno de sus círculos sobre el casco de Sheffield, vieron un parque.

En ese parque, Tony Foulds y sus amigos jugaban al fútbol cuando vieron al B-17 bajar hacia donde estaban, en un claro largo y plano que podía servir como pista improvisada. Pararon el partido y se pusieron a saludar al avión, como haría cualquiera de nosotros. Desde el avión les devolvían el saludo, o al menos eso fue lo que interpretaron: en realidad, la tripulación de Mi Amigo les pedía que se corran.

No lo hicieron y el piloto al mando del B-17 abortó el intento, trató de ganar altura y terminó estrellándose contra unos árboles cercanos. Los 10 tripulantes de Mi Amigo morirían ese día. Tony Foulds entendió qué había pasado poco después. Y aprendió a vivir con esa carga.

Desde entonces, todos los días de su vida se levanta y va hasta el pequeño monolito que recuerda la tragedia. Lo limpia, lo cuida y renueva sus flores.

Cada vez le cuesta más, porque tiene 93 años y temblores en su cuerpo. Y hace poco, un periodista de la BBC conoció esta historia, y le preguntó qué le gustaría que pase para que el sacrificio de la tripu de Mi Amigo tuviera el homenaje que merece. Y Tony Foulds dijo que le gustaría que se haga un flypast.

 

Flypast es la denominación que tiene en el Reino Unido la formación que nosotros conocemos como Flyover o Flyby. Pasada en castellano. Poco antes del 75 aniversario confirmaron que se hacía, y el día tan ansiado llegó este 27 de febrero pasado.

C-47 Dakota, C-130, V-22, C-135, Eurofigther. 4 F-15E en formación de hombre perdido. Y Tony ahí, saludando como aquél día. Emocionado hasta las lágrimas, porque finalmente, los 10 hombres y su avión tuvieron el homenaje que tantos años esperó.

 

 

1 comentario en ««Mi Amigo»: El avión que Tony Foulds nunca olvidó»

  1. Que se puede decir/comentar sobre la historia «del Amigo»? Conmovedora? Increíble?Sii,y muuchoo más!!El mensaje final para que tanto sacrificio no sea o fuera en vano tiene que ver con que las guerras son la demostración más clara de la involución del ser humano,nada las justifica, ideología, religión…nada! Una tripulación,un grupo de niños jugando…y todos los hombres de la RAF muertos! Increíble, inadmisible!Paso hace 75 años?que creen que está sucediendo HOY en Siria,Irak, Israel…Toda la tecnología de punta para seguir haciendo lo que los cavernícolas hacian con piedras y garrotes… Gracias por el relato Sr,por supuesto que me conmovió!Cordiales saludos desde Santa Fe!

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