American Airlines anunció recientemente el lanzamiento de un programa de testeos para COVID-19 en aquellos pasajeros de vuelos hacia destinos internacionales y Hawaii.
El mismo empezará a implementarse a partir del próximo 15 de octubre en el aeropuerto de Dallas/Ft. Worth, y los primeros destinos internacionales que abarcará serán San José y Liberia, en Costa Rica (además de aquellos en Hawaii a nivel doméstico).
American Airlines había reanudado sus vuelos desde Dallas y Miami hacia San José en septiembre, mientras que el 7 de octubre volverá a Liberia, operando un total de 19 vuelos semanales entre Estados Unidos y Costa Rica.
En las próximas semanas la aerolínea lanzará un programa similar desde el Aeropuerto Internacional de Miami para pasajeros que viajen hacia Jamaica, las Bahamas y también Costa Rica, mientras se avanza en un acuerdo con la CARICOM (Comunidad del Caribe que incluye a 20 países) para expandirlo a otros mercados.
El costo del testeo estará a cargo de los pasajeros, pero American ofrecerá tres opciones: un testeo en el hogar supervisado por un médico de manera virtual cuyos resultados se conocen en 48 horas; testeo en persona en las clínicas CareNow; o un testeo rápido en el mismo aeropuerto de Dallas/Ft. Worth administrado por CareNow. Aunque inicialmente estará disponible solo la primera opción.
Los testeos deben realizarse en las 72 horas previas al vuelo, y quienes den negativo estarán exceptuados de hacer cuarentena por 14 días a su arribo.
«Celebramos los esfuerzos de American Airlines de desarrollar un programa de testeos de COVID-19 para viajes internacionales, y estamos orgullosos de asociarnos con ellos para incluir a Costa Rica en su lanzamiento inicial», comentó Gustavo Segura Sancho, ministro de Turismo del país centroamericano.
«Iniciativas como estas son cruciales para la recuperación del turismo en Costa Rica, un motor económico clave para el país», concluyó.
La industria aerocomercial viene manifestando desde hace varios meses que los testeos previos al vuelo son, dentro de este contexto, la mejor alternativa para ayudar a la recuperación de los vuelos internacionales frente a la cuarentena, ampliamente rechazada por los pasajeros.