En una operación realizada en el final de 2020 y bajo un relativo secreto, Amazon se aseguró la titularidad de siete Boeing 767-300 recientemente retirados por Delta Airlines y los sumará a su brazo logístico de carga aérea, Amazon Air.
La compañía decidió sumar más aviones ante la presencia de tres factores coyunturales muy importantes: el auge del comercio electrónico, la disminución del espacio de carga en las bodegas de aviones comerciales causada por la baja demanda de vuelos y la poca flexibilidad de los operadores de carga que estarán concentrados en la distribución de vacunas contra el COVID-19 alrededor del mundo.
El efecto directo del auge del e-commerce se puede percibir en el nuevo hub que Amazon Air está armando en el aeropuerto internacional de Cincinnati /Northern Kentucky, en el cual invertirá 1500 millones de dólares. No es el único proyecto de expansión de la red de carga aérea de Amazon: ya inició la construcción de facilidades en el aeropuerto de Bremerton, lo que permitirá alivianar la carga de Seattle-Tacoma.
Si bien no trascendió el monto total de la operación por los aviones -se espera que tanto Delta como Amazon brinden más detalles la semana próxima, el precio estimado de venta puede ir desde los 9 millones hasta 65 millones de dólares, dependiendo de factores como antigüedad y mantenimiento de las aeronaves.
También influye en el precio que los 767 hasta 2019 eran bienes escasos y conseguir uno para transformarlo a carguero no era ni fácil ni barato, pero la ola de retiros de aeronaves de generación anterior que vivimos en 2020 hizo que exista una oferta ampliada de aviones disponibles para conversión.
A mediados de 2020 Amazon ya se había asegurado 12 B767-300BCF a través de ATSG, pero esta adquisición directa parece apuntar a la tan ansiada creación y operación propia de una flota de aeronaves, en lugar de tercerizar la operación de las mismas a través de un sistema wet- leasing con ATSG y Atlas Air, entre otros.