El peor año de su historia: Boeing reportó una pérdida de 11.900 millones de dólares en 2020

2019 había sido un año pésimo para Boeing habiendo reportado pérdidas por 636 millones de dólares y siendo el primer balance negativo en 20 años, pero cuando se presentaron esos resultados nos quedaba la duda de qué tan malo sería si lo comparábamos con el 2020 que se venía. Hace un par de horas esa duda fue disipada: Boeing presentó un balance en el que revela 11.900 millones de dólares de pérdidas netas. El peor de su historia, por muy lejos.

 

En un mensaje a los empleados el miércoles por la mañana, el CEO de Boeing, Dave Calhoun, dijo que el pasado 2020 fue «un año de profunda disrupción social y global, que afectó significativamente a nuestra industria».

Hay un asterisco importante: más de la mitad de esa pérdida es una amortización de 6.500 millones sobre el costo de desarrollo del programa 777X. Es de imaginar que, perdido por perdido, el fabricante decidió descargar ese costo para liberarse un poco de los que tendrá en los años venideros ya que volvió a aplazar la entrega del primer nuevo triple siete hasta 2023, lo que permitirá a su primer operador recibirlo recién en 2024, cinco años más tarde de la fecha de entrada en servicio original.

Tomar la pérdida ahora le va a permitir reportar ganancias en cada entrega de 777X de 2023 en adelante, lo que implicará una mejora sustancial del reparto de dividendos para los accionistas que hoy están sufriendo un tanto. La pregunta que queda, tras la pandemia y los retrasos, es cuántos 777X finalmente venderá Boeing. Si es que el programa continúa, claro.

Calhoun dijo a los empleados que la amortización del programa de desarrollo del 777X refleja «una evaluación actualizada de los requisitos de certificación global, nuestra última evaluación de los impactos del COVID-19 en la demanda del mercado y discusiones con los clientes con respecto al tiempo de entrega de las aeronaves. Seguimos confiando en el 777X», dijo.

Además, la compañía reportó otros 1.800 millones en cargos contables adicionales, incluyendo el montón de cancelaciones de 737 MAX del año pasado, las multas por los problemas de calidad del KC-46 Pegasus y el reciente acuerdo de indemnización (744 millones de dólares) con el Departamento de Justicia por el caso de fraude criminal presentado por la FAA, a raíz de la información incorrecta brindada por dos ingenieros durante el proceso de certificación original del 737 MAX, según muestran los documentos financieros publicados el miércoles.

Este acuerdo consistió en una multa de $ 244 millones por la conducta delictiva más $ 500 millones que se reservarán como compensación adicional a las familias de las 346 personas que murieron en los dos choques MAX. Para muchos analistas -déjenme incluirme-, un vuelto.

En el último trimestre del año, Boeing también agregó un cargo de 468 millones por costos de producción anormales en el 737 MAX derivados de la suspensión de operaciones del avión. Si bien ya estaba contemplado en ejercicios anteriores, no deja de sumar en el gran desparpajo financiero que termina siendo el MAX para el fabricante.

Boeing Global Services, la división de servicio posventa de Boeing que  se encarga de la provisión de repuestos y soporte de operaciones de vuelo a los operadores, registró un cargo de 290 millones de dólares impulsado por el impacto de la pandemia de COVID-19 en sus mercados globales. De todos modos redondeó un año con modestos 450 millones de dólares de ganancia.

Defense, Space and Security volvió a parar la olla: 1.537 millones de dólares, aún a pesar de las multas del Pegasus. Veremos qué más puede vender en 2021, pero el descenso interanual comparado con 2019 fue de un 41%. Si finalmente pueden resolver el inconveniente de la visión sintética del KC-46, será un año más tranquilo.

En el cuarto trimestre específico, con un total de 8.300 millones en cancelaciones, Boeing tuvo una pérdida neta de 8.400 millones. Y a esta altura, con la hemorragia de pedidos de MAX todavía no cerrada del todo pero con algunos pedidos nuevos que dan cierto margen de esperanza, se espera que 2021 sea el inicio de un camino de recuperación que va a llevar bastante más que un par de años. Y tal vez se lleve puesto al bimotor pesado más grande que jamás haya volado.

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