Ya no brilla el Sol para el NGWS/FCAS, Alemania quiere su propio demostrador aéreo

Gastón Dubois

FCAS

Aproximadamente un año atrás, Francia y Alemania firmaban el contrato de marco inicial (Fase 1A), el cual inauguraba los trabajos para llevar adelante la fase de demostrador del Futuro Sistema Aéreo de Combate (FCAS). Dassault Aviation de Francia fue nombrada líder para el desarrollo del demostrador de avión de combate de nueva generación, con Airbus Alemania como socio principal.  Pero ahora, desde Alemania, parece que se lo están pensando mejor.

El acuerdo por la Fase 1A establecía claramente cuáles eran las áreas de responsabilidad de cada grupo empresarial (que a su vez representan los intereses nacionales de los signatarios) y se dividieron las tareas en diferentes pilares de desarrollo.

No se trata solo de un caza, sino de un sistema de combate y dominio aéreo orgánico e integrado.

Con la incorporación de España como miembro pleno del programa, los pilares de desarrollo fueron re-distribuidos para dar cabida a la industria española. Sin embargo, Dassault siguió siendo el responsable principal del desarrollo del demostrador del caza. Todo parecía bien y tranquilo. El matrimonio franco/germano se había ampliado a un ménage à trois que parecía dejar feliz a todas las partes.

También la parte francesa domina el pilar del desarrollo del motor, que fue confiada a Safran, en asociación con MTU, ya que ésta tiene una experiencia limitada en esta área

Pero según una nota del medio francés Opex360, este ya no sería el caso, hay nubes de tormenta que se acercan desde el Este.

Esta división de tareas fue cuestionada durante el último consejo de defensa franco-alemán, el 5 de febrero, por Angela Merkel, la canciller alemana.

Es un proyecto bajo el liderazgo francés, pero aún garantiza que los socios alemanes puedan estar a un nivel satisfactorio en comparación con sus contrapartes [francesas]. Por lo tanto, debemos ver con mucha precisión las cuestiones de la propiedad industrial, el reparto de tareas y el reparto del liderazgo «, lanzó de hecho la Sra. Merkel, después de haber pedido “de pasada,» crear muy rápidamente las condiciones que permitan pasar el expediente ante la Comisión de Presupuestos del Bundestag.

Con el diseño de caza de nueva generación de fondo, Airbus Alemania solo tiene el mando del diseño del Remote Carrier, que son sistemas no tripulados que deberán acompañar a la aeronave tripulada en sus misiones.

Claramente, como este último tendrá que decidir sobre las futuras inversiones que requerirá la próxima fase del programa NGWS/FCAS, tiene el poder de veto en sus manos. Y podría ejercerlo si considera que las quejas de los fabricantes alemanes no se tienen suficientemente en cuenta.

El 12 de febrero, un comité de empresas alemanes lideradas por Airbus D&S GmbH y el sindicato IG Metall (de enorme presencia y poder en Alemania), pidieron que Alemania desarrollara su propio demostrador, basado en la tecnología del Eurofighter. No quieren depender del desarrollo de un solo demostrador basado en la tecnología francesa del Rafale.

Es “crucial transferir el conocimiento de los ingenieros que trabajaron en Tornado y Eurofighter a la generación más joven. Si Alemania no construye su propio manifestante, este conocimiento se perderá”, argumentó Bernhard Stiedl del sindicato IG Metall.

Desarrollar, en Alemania, “nuestro propio demostrador basado en Eurofighter es de suma importancia para la industria de defensa alemana. No solo para nuestros colegas de Airbus, pero también para los muchos proveedores alemanes de tamaño medio”, dijo Thomas Pretzl, presidente del comité general de Airbus Defence & Space. Y creen que una «distribución justa de los contratos de desarrollo es esencial para una cooperación internacional exitosa«.

Con un volumen de 300.000 millones de euros, es el mayor proyecto de defensa de los próximos años y, por tanto, uno de los mayores proyectos de política industrial en Europa en un futuro próximo. Si Alemania renuncia ahora a un demostrador al inicio del proyecto, entonces el FCAS se convertirá en un proyecto de política industrial para Francia, financiado en gran medida por Alemania ”, agregó.

El Sr. Pretzl es precavido y abre el paraguas. Piensa que ante la eventualidad de que la cooperación con Francia fracase y el proyecto se caiga, desarrollar el demostrador aéreo en casa “… aseguraría que el trabajo continúe en Alemania”.

Lógicamente, desde el lado francés no ven las cosas de la misma manera. Éric Trappier, director general de Dassault Aviation, sostuvo en una entrevista que «El objetivo no es simplemente compartir el trabajo, sino ser eficiente«.

«No debemos sacrificar la cooperación a un reparto de tareas en este punto equilibrado al milímetro, donde cada uno haría lo mismo que el otro«, agregó el DG de Dassault.

Si Alemania y Francia desarrollan cada uno su propio demostrador de caza de próxima generación ¿seguimos hablando de cooperación, o de competencia por los recursos y la carga de trabajo?

Francia, al ser la única de las 3 naciones que opera grandes portaaviones convencionales, necesita si o si que el FCAS sea embarcable, desde el diseño. Esto podría suponer un costo y complejidad añadido que España y Alemania podrían no querer asumir.

¿Un diseño alemán contemplaría la necesidad francesa de que el FCAS sea también un caza embarcado?

¿Está dispuesta la parte francesa a equilibrar las responsabilidades (y ganancias potenciales) con sus socios de alemanes?

¿Y España? ¿Terminará oficiando de mediador? Sin duda, desde el equipo Tempest les deben estar llegando todo tipo de seductoras propuestas.

La cooperación europea en materia de Defensa siempre fue difícil. De hecho, el Rafale existe porque Francia se retiró del consorcio europeo que dio vida al Eurofighter, al no ser seleccionado su diseño.

Pero también hay ejemplos de cooperación franco/germana exitosa, como lo fue Euromissile, Eurocopter,  o la misma Airbus.

Sea como fuere, la posición alemana se endureció de cara a las negociaciones para la siguiente fase del desarrollo del NGWS/FCAS. Parece que el futuro del proyecto dependerá más de las capacidades de negociación y de asumir los compromisos responsablemente de las partes involucradas, que de cuestiones técnicas o económicas.

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