El fin de una historia, la Luftwaffe retirará al C-160 Transall

Gastón Dubois

El último C-160 Transall

La Fuerza Aérea Alemana (Luftwaffe) realizó un trabajo especial de pintura alegórica en uno de sus C-160D Transall para realizar el tour de despedida, ya que las últimas unidades serán dadas de baja en algún punto de este año.

Según la información obtenida por el sitio Scramble, el Ala de Transporte Aéreo N° 63 (LTG63) será disuelto y esto también significará el final de la era del Transall de la Luftwaffe.

Para la despedida, las últimas semanas se aplicó una pintura especial de «Goodbye Tour» en el C-160D 50 + 40 de LTG63.

El Transall, abreviatura de Transporter Allianz, ahora está adornado con los años de entrada (1968) y salida (2021) del servicio bajo cada ala y los títulos «Weltweit im einsatz», que significa «Desplegado en todo el mundo».

Con la pintura especial, LTG63 quería mostrar la historia del C-160D en la Luftwaffe. Desde el principio con las marcas de pintura especial naranja “Day-glo” hasta las marcas blancas de las Naciones Unidas desplegaron C-160.

Según los comentarios de pilotos y exp-personal de la Luftwaffe en redes sociales, el Transall fue, a lo largo de su gran historia operativa, un muy bien avión y será echado de menos.

Breve (no tanto) repaso histórico

Dado que el Transall no es una aeronave tan conocida fuera de Europa, merece la pena comentar algo de su desarrollo e historia.

Los orígenes del C-160 Transall y del C-130 Hércules son análogos. Corrían los años 50 y resultaba imperante reemplazar los viejos aviones de carga propulsados por motores a pistón, cuyas carencias habían sido puestas en evidencia durante la Guerra de Corea, por aeronaves de nueva generación propulsadas por modernas turbinas, en este caso, las Rolls Royce Tyne.

El requisito particular que dio nacimiento al Transall, fue la necesidad de sustituir los transportes Nord Noratlas, con motor de pistón, operados por las fuerzas aéreas de Francia (Armée de l’Air) y Alemania (Luftwaffe).

Para alentar la cooperación industrial franco/alemán, se creó el consorcio, «Transporter-Allianz» o Transall, que se formó en enero de 1959 entre la empresa francesa Nord Aviation y las empresas alemanas Weser Flugzeugbau y Hamburger Flugzeugbau (HFB)para diseñar y construir el nuevo transporte. De hecho, al día de hoy, Hamburgo sigue siendo el mayor centro aeronáutico de Alemania, donde opera la pata germana de Airbus. Esto  habla de una suerte de continuidad histórica y tradición técnico/industrial de esa ciudad, cuyos aportes a la historia de la aviación de ese país son mayúsculos.

Se requirió que el nuevo avión transportara una carga de 16,000 kilogramos (35,000 lb) a una distancia de 1,720 kilómetros (930 nmi; 1,070 mi) o una carga de 8,000 kg (18,000 lb) a 4,540 km (2,450 nmi; 2,820 mi ) y que pudiera operar desde pistas de aterrizaje semipreparadas.

Un C-160 alemán realizando un «aterrizaje de asalto» sobre una pista improvisada.

Cada uno de los socios de producción construyó un prototipo, con el primero de ellos (construido por Nord) volando el 25 de mayo de 1963. Los prototipos construidos por VFW y HFB levantaron vuelo poco después. A estos les siguieron seis ejemplos de pre-producción, estirados en 51 centímetros (20 pulgadas) en comparación con los prototipos, que volaron entre 1965 y 1966.

En un principio, Italia también había formado parte del consorcio, pero luego se retiró para seguir en solitario su propio proyecto de avión de transporte táctico medio/ligero, el Fiat G-222.

El Ejercito Argentino operó 3 aeronaves G222

El primer contrato, retrasado por los intentos de Lockheed de colocar al C-130 Hércules en Alemania, llegó el 24 de septiembre de 1964. Fue por 160 unidades, de las que 110 eran para Alemania y 50 para Francia. El trabajo de construcción se dividió entre ambas industrias aeronáuticas, según el porcentaje de pedidos realizados por cada Nación.

Los primeros aviones de producción comenzaron a entregarse a partir de 1967. A estos primeros lotes, hay que sumarles los nueve C-160Z para la Fuerza Aérea Sudafricana, primer cliente de exportación.

Luego Francia cursó un segundo pedido por 29 unidades de una variante mejorada (llamada NG) con mayor combustible interno, mejoras estructurales y aviónica actualizada. De esta versión mejorada Indonesia adquirió 6 unidades.

Algunos Transall NG recibieron la capacidad de aprovisionamiento de combustible en vuelo

En 1971 se suma Turquía como nuevo usuario del C-160, al adquirir 20 unidades de segunda mano de la Luftwaffe.

Uno de los C-160 Transall turcos es parte de la escuadra de acrobacias aéreas Turkish Stars, de la Fuerza Aérea Turca.

El historial operativo del C-160 es largo y exitoso. Con el correr del tiempo, los aviones fueron actualizados y modernizados en mayor o menor grado.  También se desarrollaron versiones “especiales” para aprovisionamiento de combustible en vuelo, relé de comunicaciones, inteligencia de señales (SIGINT) y guerra electrónica (ECM).

Aún continúa operando en la Armée de l´Air et de l´Espace (Fuerza Aérea Francesa), la Luftwaffe (Fuerza Aerea Alemana), y la Türk Hava Kuvvetleri (Fuerza Aérea Turca). En la mayoría de sus misiones tácticas, fueron reemplazados por los Lockheed Martin C-130J Hércules o por los Airbus A400M. Turquía ha usado, con éxito, sus Transall en versión de inteligencia y guerra electrónica sobre los diferentes escenarios bélicos en los que se involucró recientemente, aunque éstos C-160 ya tienen un reemplazo programado.

Comparativa de tamaños

Aunque eclipsado por el fabuloso Hércules, la historia del Transall, que ya va llegando a su fin, no deja de ser muy respetable y de gran importancia para la historia de la aviación mundial.

 

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