Dos semanas después de su presentación oficial, Norse Atlantic Airways, la nueva aerolínea en fase start up creada por Bjørn Kjos, fundador y ex CEO de Norwegian junto a Bjørn Kise and Bjørn Tore Larsen, también ex directivos de la compañía, anunció la firma de un contrato de leasing con AerCap por seis Boeing 787-9 y tres 787-8.
Las aeronaves, que serán usadas (probablemente ex-Norwegian), están equipadas con motores Rolls Royce Trent 1000, y la primera se recibiría antes de fin de año, previo al inicio de operaciones regulares estimado para diciembre, mientras que el resto llegará durante el primer trimestre de 2022.
«Nos complace anunciar la firma de este acuerdo por nueve Boeing 787 con Norse Atlantic Airways. Con sus características operativas superiores, el 787 es la aeronave ideal para lanzar una aerolínea de largo recorrido moderna», comentó Peter Anderson, Chief Commercial officer de AerCap.
Por su parte, Bjørn Tore Larsen, Chief Executive Officer de Norse Atlantic, dijo estar «encantados de asociarnos con un líder del mercado como AerCap para nuestra flota inicial de Dreamliners. Norse Atlantic Airways espera poder brindarles a nuestros pasajeros viajes intercontinentales cómodos y asequibles a bordo de estos aviones de última generación».
Desde la aerolínea manifestaron que las tarifas y plazos de los leasings son «atractivas», permitiéndole una implementación flexible durante la puesta en marcha de las operaciones. El plazo de leasing para los 787-8 es de 8 años y para los 787-9 es de 12 años.
La intención de Norse Atlantic es servir varios hubs en Estados Unidos y Europa para unir ciudades como Londres, Los Angeles, Miami, Nueva York, París y Oslo.
El viernes la empresa había informado que se realizó con éxito una ronda de suscripción de acciones por USD 150 millones aportados por diferentes fondos de inversión noruegos e internacionales.
Como habíamos comentado cuando se anunció la creación de Norse Atlantic, si bien es cierto que Norwegian había sido víctima tanto de los problemas que tuvieron sus aeronaves 787 con motores Rolls-Royce y posteriormente el MAX, tanto como de su apurada e inmensa expansión, cuesta imaginar cómo haría Norse Atlantic Airways para insertarse en ese mismo mercado sin volverse una máquina de perder dinero.
Por otro lado, la pandemia podrá jugarles en contra con una demanda deprimida y agobiada por las múltiples restricciones gubernamentales al movimiento internacional de personas, pero también abre oportunidades a la hora de hacerse de aeronaves bajo condiciones más favorables y atender con tarifas bajas a segmentos de turismo que van a reaccionar antes que los de negocios, mejor atendidos por las aerolíneas tradicionales.