La actividad eruptiva del volcán La Soufrière, ubicado al norte de las isla de San Vicente, en San Vicente y las Granadinas, continúa provocando disrupciones en las operaciones aéreas al este del Caribe.
Alrededor de 70 vuelos fueron cancelados en el aeropuerto Grantley Adams, principal hub del este del Caribe, y se esperan aún más afectaciones considerando que permanecerá cerrado al menos hasta las 6 AM hora local del lunes 12 de abril.
Caribbean Airlines comunicó la cancelación de 16 vuelos hacia Barbados desde Antigua, San Vicente, Grenada, Ogle, Kingston, Nueva York y Dominica entre el sábado y el domingo.
LIAT, otra de las principales aerolíneas de la región, comunicó la cancelación hasta nuevo aviso de sus vuelos entre Dominica y Barbados, Barbados y San vicente, San Vicente y Santa Lucía, y Santa Lucía y Antigua.
Intercaribbean Airways por su parte canceló ayer sus vuelos a Barbados desde Dominica y Kingstown, y los de este domingo desde Point Salines, Castries y Kingstown. La aerolínea también implementó en su sitio web la opción de que aquellos pasajeros que compren pasajes puedan donar dinero a ONG que asistan a personas en San Vicente y las Granadinas.
Entre las aerolíneas fuera de la región, American Airlines ha cancelado sus vuelos a Bridgetown y también a Santa Lucía (este aeropuerto, si bien no ha sido cerrado, experimentó presencia de cenizas volcánicas). JetBlue y British Airways también cancelaron ayer y hoy sus vuelos hacia la capital de Barbados.
El viernes a la mañana tuvo lugar una erupción explosiva que provocó la emisión de cenizas volcánicas hasta más de 29.000 pies de altura. El proceso continuó durante el día, con una segunda erupción durante la tarde que creó una pluma de cenizas a más de 51.000 pies de altura, y una tercera que agravó la situación. Si bien no se registraron heridos graves o fallecidos, al menos 15.000 personas debieron ser evacuadas de la zona roja.
El momento de la erupción, visto desde el Argyle International Airport.
En declaraciones realizadas a medios locales, el profesor Richard Robertson, quien lidera el equipo de científicos que monitorea el volcán La Soufriere, manifestó que esta erupción será tan o aún más grande que la última registrada, que tuvo lugar en 1979,