Un Boeing 747-200F de Fars Air Qeshm, perteneciente a la Guardia Revolucionaria Iraní, aterrizó en la base aérea El Libertador en Venezuela esta semana.
Según información captada en las plataformas de seguimientos de vuelos como RadarBox y tomada por nuestro medio asociado de Brasil, AEROIN, la aeronave salió de Teherán en Irán en la noche del 20 de junio, después de realizar una parada técnica en Mauritania. El vuelo continuó al día siguiente con destino a dicha base aérea ubicada cerca de las ciudades de Palo Negro y Maracay, Venezuela.
El tema se informó por primera vez en la página de Twitter de Conflicts News Worldwide.
Aunque el motivo de la visita no está claro, el avión llegó a Venezuela tres días antes del desfile en honor al bicentenario de la Batalla de Carabobo, que tuvo lugar en la base aérea de Aragua cerca de Maracay. No es casualidad que estuvieran presentes el representante Nicolás Maduro y sus ministros de Estado.
La llegada de la aeronave genera dudas sobre el motivo del viaje, ya que se trata de un avión de gran capacidad y no se reveló la carga del vuelo. Esta no es la primera vez que el avión aterriza en Venezuela. A principios de 2020, el mismo avión se registró en la capital Caracas, en el momento en que EE. UU. Afirmó que el propósito era transportar armas, aunque la información oficial o las fotos nunca se hicieron públicas.
Landing at El Libertador Airbase (BAEL) in Maracay. #Iran #Venezuela https://t.co/Ld7bTfl9HE pic.twitter.com/83aD2mG2g9
— CNW (@ConflictsW) June 21, 2021
Sanciones por parte de Estados Unidos
El Boeing 747 en cuestión, que tiene registro EP-FAB, es propiedad de Fars Air Qeshm, que fue sancionado por Estados Unidos en enero de 2019 por vínculos con las fuerzas Quds del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (IRGC) y bajo la sospecha que proporcionaba «materiales letales» al gobierno sirio de Bashar al-Assad. El IRGC-Quds es reconocido como una organización terrorista por los Estados Unidos, Canadá, Israel, Arabia Saudita y Bahrein.
En 2020, se enviaron 12 aviones iraníes a Venezuela para entregar materiales a las refinerías. En mayo de 2020, Irán también envió petroleros al país sudamericano con combustible comprado por el gobierno de Nicolás Maduro para solucionar el problema de escasez en el país.