Dos de las compañías más importantes del viejo continente están cuestionando algunas medidas planteadas por la Unión Europea tendientes a reducir el impacto en el ambiente por parte de la industria. A ellas se suman una veintena de empresas más, entre las que están las administradoras del Aeropuerto de Frankfurt y del Aeropuerto de Ámsterdam-Schiphol.
Algunas de las estrategias propuestas por la Unión Europea no son bien vistas por parte de las compañías del ecosistema aerocomercial del continente, dado que afectarían su competitividad respecto a otros operadores. “La UE aspira a ser climáticamente neutral para 2050: una economía con cero emisiones netas de gases de efecto invernadero. Este objetivo está en el corazón del Pacto Verde Europeo y en línea con el compromiso de la UE con la acción climática global en virtud del Acuerdo de París”, aseguran en los fundamentos de su estrategia a largo plazo.
Lo cierto es que, según informó Reuters, la alianza de empresas rechaza el impuesto a los combustibles dado que generaría costos diferenciados en relación a los competidores no europeos. En cambio, proponen que se aplique un recargo destinado al cuidado del ambiente en base a toda la ruta del vuelo.
Cada vez son mayores las medidas que toman las administraciones nacionales tendientes a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero al ambiente. Ello, sumado a los esfuerzos de aerolíneas, fabricantes, proveedores y gestores aeroportuarios, entre otros, va generando cierta tendencia a alcanzar los objetivos de descarbonización a largo plazo.
En Bélgica, por ejemplo, se tomó la decisión de desalentar los vuelos cortos a partir de la inclusión de un impuesto de entre 4 y 6 euros para todas las operaciones de hasta 500 kilómetros. Ver también: Reducción de emisiones: con impuestos, Bélgica desalienta los vuelos cortos
Otro caso reciente en la industria aerocomercial europea es el de las aerolíneas KLM y Air France, que en enero de este año empezaron a cobrar un cargo adicional en sus vuelos destinado a invertir en el desarrollo y la utilización de combustibles de aviación sostenible, que como hemos informado pueden reducir hasta en un 80% las emisiones de CO2.
Ver: KLM y Air France aumentan la proporción de SAF en sus vuelos para reducir el impacto ambiental
A pesar del reclamo puntual que están encabezando Lufthansa y Air France, las compañías están comprometidas con la descarbonización de la industria y vienen adoptando distintas estrategias para promover el cambio de forma progresiva.