Boeing lanzará la versión carguera del 777X -su primer modelo nuevo en casi cinco años- con un contrato en firme por 15 unidades firmado con Qatar Airways. Ya que diversos problemas para obtener la certificación del 777X de pasajeros han retrasado el debut comercial del modelo al menos hasta finales de 2023, Boeing introducirá primero la variante de carga.
La poco habitual movida de Boeing de lanzar el modelo carguero antes que la versión de pasajeros refleja dos anomalías de la industria en la actualidad: la vertiginosa demanda de aviones de carga en un mercado que parece no encontrar techo, y lo difícil de colocar aeronaves de largo alcance con capacidad para alrededor de 400 pasajeros en un momento en que la demanda de viajes internacionales parece no arrancar a pesar de los levantamientos de restricciones observados en los últimos meses.
Recapitulando, hace apenas unos días, la aerolínea había informado que estaba en «tratativas avanzadas» con el fabricante para la compra de 50 unidades del 777XF. De acuerdo al sitio especializado Planespotters.net, Qatar cargo opera una flota de 28 aeronaves, todas de Boeing: 26 unidades del 777F, y dos del 747-8F, por lo que el 777XF sería el reemplazo -o adición- más natural para la operación de Qatar.
Ahora, y según anuncia Bloomberg, el negocio estaría «cerrado» y sería anunciado durante la reunión del lunes 31 de enero entre el emir de Qatar, el jeque Tamim bin Hamad Al Thani, y el presidente de Estados Unidos, Joe Biden. El multimillonario convenio buscaría «mostrar lo sólido de las relaciones comerciales entre las dos naciones».
La compañía, la segunda mayor del Golfo detrás de Emirates, realizaría un pedido en firme «de unos 15 aviones». El resto del acuerdo estaría constituido por «una combinación de opciones y conversiones de pedidos existentes».
El acuerdo se produce en el momento de máxima tensión en las relaciones entre Qatar Airways y Airbus. Como se ha tratado anteriormente, el fabricante y la aerolínea se encuentran sumidos en una agria disputa –que hace pocos días escaló a la justicia– a causa de los problemas con la pintura del A350.
Mientras el fabricante sostiene que el problema es puramente estético y no supone riesgo alguno para la seguridad del modelo, acusando a Qatar de intereses «puramente financieros» como motivo para la disputa, el operador sostiene que el degradado de la pintura ha llegado «a las capas inferior del fuselaje, comprometiendo el armazón y poniendo en riesgo la integridad estructural de la aeronave».