SWISS aplicará el tratamiento al fuselaje de sus aviones para reducir el consumo de combustible y, consecuentemente, las emisiones de dióxido de carbono durante sus operaciones, debido a la reducción a la resistencia aerodinámica que esta tecnología ofrece.
“Los doce aviones Boeing 777-300ER de la aerolínea tendrán sucesivamente la innovadora película de riblet, que ha sido desarrollada conjuntamente por Lufthansa Technik y el fabricante de productos químicos y recubrimientos BASF, aplicada a su fuselaje y góndolas de motor”, asegura un comunicado emitido por la aerolínea del Grupo Lufthansa.
SWISS se convertirá, así, en la primera aerolínea del mundo en volar con aviones tratados con AeroSHARK, una aplicación biomimética que busca emular lo que ocurre en la piel de los tiburones, que le ofrecerán mejores condiciones a los aviones para afrontar la resistencia aerodinámica.
La biomimética se inspira en la naturaleza para innovar en aplicaciones que generen nuevos productos o que mejoren los existentes. Desde sus inicios, la industria aérea ha sido una de las principales en acudir a la naturaleza para llevar adelante sus desarrollos.
El AeroSHARK “es una película que presenta millones de ‘riblets’, pequeñas protuberancias de solo 50 micrómetros de altura, que reproducen la piel altamente hidrodinámica de los tiburones y, por lo tanto, reducen la resistencia aerodinámica de un avión donde sea que se aplique”, informó SWISS.
Dieter Vranckx, CEO de SWISS, aseguró que ponen “un gran énfasis en la promoción activa y la realización de inversiones específicas en nuevas tecnologías. Y estamos encantados de que, al convertirnos en la primera aerolínea de pasajeros del mundo en utilizar la innovadora tecnología AeroSHARK, como lo haremos con nuestra flota de Boeing 777, ahora estaremos haciendo una contribución sustancial adicional para garantizar viajes más sostenibles”.
¿En cuánto reduce el AeroSHARK el consumo y las emisiones de CO2?
Según informó SWISS, al aplicar un total de 950 metros cuadrados de película de riblet AeroSHARK a las superficies del fuselaje y la góndola del motor de un Boeing 777, se puede lograr un ahorro de combustible de alrededor del 1,1 por ciento.
Esto reducirá su consumo anual de combustible en más de 4.800 toneladas y las emisiones anuales totales de dióxido de carbono de la flota Boeing 777 en hasta 15.200 toneladas, la cantidad emitida respectivamente por unos 87 vuelos de larga distancia desde Zúrich a Mumbai.
La aerolínea suiza colaboró activamente con Lufthansa Technik y BASF en el desarrollo de este tratamiento superficial para el 777. De hecho, tal como dejaron trascender, “en el verano de 2021, el rendimiento aerodinámico del ala de un Boeing 777 se controló con precisión durante un vuelo programado de SWISS entre Zúrich ySan Francisco. Los datos recopilados han permitido a Lufthansa Technik diseñar modelos de simulación de flujo de aire 3D de alta precisión que se utilizarán en un futuro cercano para desarrollar la película de riblet AeroSHARK para una aplicación adicional en las alas del Boeing 777, para aprovechar aún más el potencial de ahorro de combustible y emisiones”.
La aerolínea del Grupo Lufthansa continúa trabajando fuertemente para promover la descarbonización de sus operaciones. En ese sentido, sus planes prevén reducir las emisiones de CO2 a la mitad para 2030 -en relación a las de 2019-, y ser neutrales en carbono para 2050.