Swiss International Air Lines finalizó antes de lo estipulado la línea de crédito bancario que le había garantizado, en un 85%, la Confederación Suiza, según informó hoy la compañía. Inicialmente, estaba previsto que la ayuda concluyera en 2025. El Grupo Lufthansa, su empresa matriz, cubrirá las futuras necesidades de financiación a través de mercados de capitales.
La aerolínea no utilizó nunca más de la mitad del importe total disponible. Por otro lado, pagó un total de 60 millones de francos suizos en concepto de tasas e intereses asociados.
Al respecto, desde la compañía destacaron el sostenimiento de gran parte de su personal durante la pandemia de la COVID-19. «SWISS ha cumplido en todo momento las condiciones de localización que estaban vinculadas al apoyo financiero del Estado suizo y, tras su reestructuración, ha recuperado la estabilidad financiera», sostuvieron.
La cancelación adelantada del crédito se produjo en un contexto de consolidada recuperación de la oferta y demanda en el mercado de viajes aéreos. La flexibilización de las restricciones y el consecuente incremento del número de operaciones posibilitaron una evolución positiva de la liquidez de la empresa.
Reto Francioni, presidente del Consejo de Administración de la empresa, dijo que la pandemia «desencadenó la mayor crisis que el sector de la aviación ha experimentado jamás en todo el mundo». «Con este gran logro de colaboración, la Confederación Suiza, los bancos y SWISS han garantizado conjuntamente que una de las empresas más vitales para la economía suiza haya podido afrontar y dominar la aguda amenaza a la que se enfrentaba como consecuencia de la crisis», agregó.
En marzo de 2020, cuando comenzaron a aplicarse las primeras restricciones a los movimientos aéreos, la compañía implementó medidas de ahorro para reducir la pérdida de liquidez. El Grupo Lufthansa aportó 500 millones de francos suizos desde entonces. La ayuda estatal, supervisada por la Fundación Suiza de Aviación, establecía el requisito de que la aerolínea se desarrollara de forma proporcional en comparación con las demás compañías aéreas de la empresa matriz.
A mediados de 2021, SWISS inició un proceso de reestructuración. Según comunicó, redujo su flota de aeronaves en un 15% y su plantilla de empleados en unos 1.700 puestos de tiempo completo hacia finales de año.
«Hemos podido devolver a SWISS la estabilidad financiera y hemos generado un flujo de caja positivo en el primer trimestre de este año», aseguró Markus Binkert, director financiero de la compañía. «Esto, a su vez, nos permite salir del apoyo del Estado suizo antes de tiempo y satisfacer nuestras futuras necesidades financieras en los mercados de capitales a través del Grupo Lufthansa», concluyó.
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