British Airways suspendió la venta de billetes de vuelos de corta y media distancia desde el Aeropuerto de Londres-Heathrow (LHR) hasta el próximo lunes 8 de agosto. De acuerdo con lo informado por la compañía, la medida se tomó como respuesta a la decisión de la administración del aeropuerto de limitar el número de operaciones para paliar los problemas ocasionados por la gran demanda de viajes y la escasez de personal para llevar a cabo las operaciones.
El origen del problema se remonta a las etapas de mayores restricciones durante la pandemia, cuando se perdieron muchos puestos de trabajo en la industria. A partir de la posterior flexibilización de medidas y la paulatina reapertura de diferentes actividades económicas, la aviación experimenta una marcada recuperación. El proceso ya lleva varios meses. Sin embargo, el aumento de la demanda no encontró como respuesta una adaptación a tiempo para cumplir con los servicios de acuerdo con lo programado.
Muchas aerolíneas y terminales aéreas en toda Europa experimentaron dificultades para cumplir con el cronograma de servicios. El inicio de la temporada de verano, uno de los períodos del año con mayor movimiento de pasajeros, agregó tensión al sistema. En este contexto, la mayor línea aérea del Reino Unido también debió reprogramar y cancelar miles de vuelos.
La empresa, que despidió a alrededor de diez mil trabajadores desde el comienzo de la pandemia, ahora intenta recuperar personal en un mercado laboral transformado. Mientras tanto, los recortes en la programación se ofrecen como la alternativa más viable en el corto plazo para evitar mayores complicaciones. De esta forma, se pueden liberar asientos para clientes afectados. Anteriormente, la aerolínea ya había anunciado la cancelación de hasta 10.300 vuelos entre julio y octubre.
«Como resultado de la petición de Heathrow de limitar las nuevas reservas, hemos decidido tomar medidas responsables y limitar las tarifas disponibles en algunos servicios desde el aeropuerto para ayudar a maximizar las opciones de reprogramación para los clientes existentes», expresó British Airways través de un comunicado de prensa.
Un verano difícil para los principales aeropuertos europeos
La decisión de la administración del aeropuerto londinense se asemeja a la tomada por las autoridades del Aeropuerto Internacional de Ámsterdam-Schiphol (AMS), que solicitaron a las compañías aéreas limitar el número de billetes durante la temporada estival. Desde el comienzo del verano, se produjeron recurrentes interrupciones en el servicio de recolección de equipajes y demoras en los controles de seguridad, al igual que en Heathrow.
El aeropuerto que sirve a la capital de Países Bajos fue particularmente afectado por la situación. KLM Royal Dutch Airlines, que tiene allí su principal base de operaciones, informó el mes pasado que debería tomar medidas para intentar «traer calma a la operación y reducir la presión sobre los empleados». El principal operador del aeropuerto cancelará entre diez y veinte vuelos diarios hacia destinos europeos hasta el 28 de agosto.
Por otro lado, la venta de billetes de KLM y de su filial regional KLM Cityhopper estará limitada para priorizar la reubicación de pasajeros que sufran la cancelación de su vuelo, en una medida muy similar a la anunciada hoy por British Airways.
