Boeing y la NASA han unido sus esfuerzos en el proyecto Sustainable Flight Demonstrator (SFD) y el desarrollo de un prototipo de investigación conocido como X-66A. Alaska Airlines, American Airlines, Delta Air Lines, Southwest Airlines y United Airlines también colaborarán aportando datos cruciales sobre eficiencia operativa, mantenimiento, características de manejo y compatibilidad aeroportuaria, consolidando así una colaboración de alto calibre.
El fabricante estadounidense ha desplegado un MD-90 a Palmdale, destinado a ser modificado para llevar a cabo las pruebas de la innovadora configuración Transonic Truss-Braced Wing (TTBW), elemento fundamental en el proyecto SFD.
La NASA, por su parte, se encuentra inmersa en el proyecto X-66A con el objetivo de contribuir al compromiso de los Estados Unidos de alcanzar emisiones netas cero de carbono en la industria de la aviación. En los próximos días, está programado el inicio del proceso de conversión de la aeronave, con la anticipación de que las pruebas en tierra y en vuelo tengan lugar a partir del año 2028.
Todd Citron, director de Tecnología de Boeing, dijo: «Este es un paso trascendental en el marco del proyecto Sustainable Flight Demonstrator. Constituye un avance tangible en el firme compromiso de Boeing con la sostenibilidad y nos acerca aún más a la fase de pruebas y validación del innovador diseño TTBW.»
El diseño TTBW, acompañado de otros avances tecnológicos proyectados, tiene el potencial de reducir el consumo de combustible y las emisiones en hasta un 30%, gracias a la incorporación de alas ultrafinas reforzadas por puntales de mayor envergadura y una relación de aspecto incrementada. La colaboración entre Boeing y la NASA en torno a este concepto se ha extendido por más de una década, bajo la iniciativa del Programa de Investigación de Aviones Subsónicos Ultra Verdes (SUGAR).
«En la NASA, nos complace enormemente colaborar con Boeing en el Demostrador de Vuelo Sostenible X-66A, contribuyendo de manera significativa para acelerar el avance de la aviación hacia su ambiciosa meta de lograr emisiones netas cero de gases de efecto invernadero para el año 2050», concluyó Ed Waggoner, administrador adjunto asociado para programas en la Dirección de Misiones de Investigación Aeronáutica de la NASA.