Dos nuevos incidentes de agresiones verbales y físicas contra empleados de Avianca en Cartagena y San Andrés esta semana reavivaron el llamado de la aerolínea para que las autoridades refuercen las medidas contra pasajeros disruptivos. Estos comportamientos no solo representan un riesgo para la seguridad de las operaciones aéreas, sino que también afectan directamente a tripulaciones, pasajeros y la experiencia de viaje en general.
Entre los incidentes recientes destaca el ocurrido el 18 de septiembre en el vuelo AV256, que cubría la ruta Bogotá-Cancún. Un pasajero argentino agredió física y verbalmente a un miembro de la tripulación, resultando en su detención en México. Este hecho obligó a la cancelación del vuelo de retorno AV257, afectando a 111 pasajeros y generando costos superiores a USD 30.000 para la aerolínea.
Otro caso tuvo lugar en el vuelo AV249 (Bogotá-Sao Paulo), que debió regresar a su origen luego de que dos pasajeros lanzaran un celular, provocando el sobrecalentamiento del dispositivo y poniendo en riesgo la seguridad del vuelo.
“La denuncia y penalización de estos actos son pasos imprescindibles para proteger la seguridad y confianza en las operaciones aéreas. Es necesario que las autoridades competentes refuercen los mecanismos de control y sanción, a fin de preservar la integridad y tranquilidad de los pasajeros, así como de nuestras tripulaciones y personal de aeropuertos”, señaló Paola Villota, vicepresidente de Gestión Humana de Avianca.
Impacto en la industria
Los incidentes disruptivos no solo representan riesgos operativos, sino que también generan costos importantes para las aerolíneas y alteran los planes de viaje de los pasajeros. Según expertos, la implementación de sanciones más estrictas ayudaría a disuadir estos comportamientos, preservando la seguridad y el bienestar de la industria.
Avianca continúa trabajando en conjunto con las autoridades para implementar medidas más rigurosas y proteger a sus tripulaciones, pasajeros y operaciones. Para la compañía, la seguridad aérea sigue siendo una prioridad absoluta, y estos esfuerzos buscan garantizar que el transporte aéreo se mantenga como un medio seguro y confiable para todos.