El MA700 también sufriría retrasos producto de las trabas occidentales

Ismael Awad-Risk

El avión turbohélice chino MA700, que está siendo desarrollado por Xian Aircraft, se enfrenta a un futuro incierto debido a los problemas con las licencias de exportación de los motores PW150C de Pratt & Whitney Canada.

«Pratt & Whitney Canadá solicitó el permiso de exportación en julio de 2018», señaló la compañía a Flightglobal. «Este permiso fue denegado por Global Affairs Canada (el ministerio encargado de las relaciones internacionales en Canadá) en 2020», apuntó la compañía.

Global Affairs Canada declinó realizar comentarios, limitándose a lanzar un comunicado en el que señala que  «el sistema de control de las exportaciones de Canadá está diseñado para controlar las exportaciones de bienes y tecnologías militares en forma coherente con la política exterior y de defensa de Canadá, sus intereses de seguridad y sus obligaciones internacionales. Todas las solicitudes de permisos para artículos controlados se revisan caso por caso bajo el marco de evaluación de riesgos del país».

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La denegación de acceso a los PW150C, señalan en Flightglobal, constituye un golpe casi existencial para el MA700. De hecho, la compañía había utilizado al motor como uno de los puntos fuertes para vender el avión. En la edición 2014 del Salón Aeronáutico de China en Zhuhai, AVIC señaló que el PW150C ofrecería un 10% menos de consumo de combustible que los aviones de la competencia.

La empresa cuenta con algunas opciones para reemplazar los motores occidentales de acuerdo al medio norteamericano, pero estas incurrirían retrasos e inflarían los costos de desarrollo:

  • la fábrica de motores de Harbin produce el turbopropulsor WJ-6 de 4.250 CV de uso militar. Este motor es una derivación del Ivchenko-Progress AI-20 y se utiliza en el transporte táctico Shaanxi Y-9 y el anfibio AG600. Actualizar e integrar este motor en un avión comercial moderno sería una tarea mayúscula.
  • Otra posibilidad es utilizar alguna variante del Klimov TV7-117ST-01 de 3.000 CV, que impulsa al Ilyushin Il-114-300, actualmente en desarrollo.
  • También podría usarse el PW150A que impulsa al Q400. Esto es poco probable ya que no hay Q400 operando en el país.
  • La última opción es el desarrollo de un motor propio. Si bien China tiene capacidad tecnológica para diseñar y producir motores de avión, esto llevaría años y dificultaría aún más la certificación del tipo.

Incluso si AVIC resuelve el asunto de los motores podría enfrentarse a retos adicionales, dada la dependencia del MA700 de los proveedores occidentales. Estos retos se derivan en gran medida de la inclusión de AVIC en la lista de usuarios finales militares (MEU) de Estados Unidos, publicada en diciembre de 2020. La inclusión en esta, señala la nota de Flightglobal, sorprende dada la amplia cartera de aviones militares de la empresa, que incluye el bombardero H-6, el transporte estratégico Y-20 y el bombardero furtivo H-20, actualmente en desarrollo.

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