Los pilotos de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos Hank Griffiths y el mayor Jonathan Appleby se convirtieron en los primeros aviadores de la historia en volar un avión eléctrico con aeronavegabilidad militar. El pasado miércoles 9 de marzo volaron en el ALIA eVTOL (despegue y aterrizaje vertical eléctrico) de BETA Technologies.
Este hito tuvo lugar en las instalaciones de pruebas de BETA en Plattsburgh, Nueva York. Este vuelo es el resultado de una asociación de dos años entre BETA y el programa Agility Prime, según lo reportado por nuestro sitio asociado Aeroin.
Desde la asociación en 2020, los ingenieros de la Fuerza Aérea trabajaron junto al equipo de pruebas de vuelo de BETA para desarrollar y perfeccionar la aeronave ALIA con el fin de hacer realidad la aviación eléctrica.
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ALIA ha realizado importantes avances técnicos a lo largo de la asociación. Además del logro de la semana pasada, en 2021 BETA también recibió la primera aprobación de aeronavegabilidad de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos para un avión eléctrico tripulado.
La asociación está operando actualmente bajo un contrato de Investigación de Innovación de Pequeñas Empresas – Fase II.
El avión ALIA, que lleva más de tres años de desarrollo, es totalmente eléctrico y con cero emisiones operativas. Aunque fue creado para ser utilizado en transporte de carga con capacidad para un piloto y tres pallets estándar, el avión puede acomodar hasta cinco pasajeros además del piloto.
Con el ALIA, BETA pretende alcanzar una autonomía de 250 millas náuticas (463 km) y una velocidad máxima de 150 nudos (278 km/h). Con un tiempo de recarga de la batería inferior a una hora. Su envergadura es de 15,24 metros.
Además de los aviones, BETA también está desplegando una infraestructura de recarga en todo el país para alimentar el transporte eléctrico. Hasta la fecha, la empresa cuenta con más de 60 estaciones de recarga en funcionamiento o en desarrollo, desde Vermont hasta Arkansas, y tiene previstos más emplazamientos.
Antes de realizar su histórico vuelo de prueba, Griffiths y Appleby se sometieron a una exhaustiva formación y preparación en materia de seguridad. Completaron los estudios sobre el avión antes de su llegada a South Burlington, habiendo recibido los manuales completos de ALIA y materiales adicionales recopilados por los ingenieros de BETA que construyeron el avión.
El aprendizaje en tierra de ambos pilotos del Ejército del Aire comenzó el 7 de marzo. Estas sesiones abarcaron todos los aspectos del vuelo de la ALIA, incluyendo cursos individuales sobre sus fuselajes, baterías, motores eléctricos, controles de vuelo, aerodinámica y aviónica, así como formación previa al vuelo y de seguridad.
El 8 de marzo, ambos pilotos se sometieron a un entrenamiento en simulador, donde pudieron volar la ruta exacta de prueba prevista para la demostración.
Tras esta formación, el 9 de marzo, Griffiths y Appleby se turnaron para pilotar el ALIA en varias demostraciones de vuelo, convirtiéndose en los primeros pilotos de la USAF en volar un avión eVTOL. Junto a esta tripulación viajaban los pilotos de pruebas de BETA Camron Guthrie y Lochie Ferrier.