En los últimos dos días, Ucrania utilizó viejos drones soviéticos modificados, para atacar las bases de los bombarderos estratégicos rusos ubicadas a más de 500 km del frente de batalla.
En el día de ayer, alrededor de las 6 de la mañana (hora local), se reportó una explosión en la base aérea rusa de Engels. La base de Engels está ubicada a 600 kms de la frontera de Ucrania y es uno de los principales puntos de partida para que los bombarderos estratégicos Tu-95 y Tu-160 realicen sus ataques con misiles de crucero sobre suelo ucraniano.
Luego surgió un segundo reporte de un ataque sobre la base aérea de Dyagilevo (región de Ryazan), ubicada a 240 km de Moscú y a 500 km de la frontera con Ucrania.
El Ministerio de Defensa ruso emitió un comunicado en el que reconocía el ataque:
«En la mañana del 5 de diciembre, el régimen de Kyiv, con el fin de desactivar los aviones rusos de largo alcance, intentó atacar con vehículos aéreos no tripulados a reacción de fabricación soviética los aeródromos militares de Diaghilevo en la región de Ryazan y Engels en la región de Saratov. Los vehículos aéreos no tripulados ucranianos que volaban a baja altura fueron interceptados por los sistemas de defensa aérea de las Fuerzas Aeroespaciales Rusas. Como resultado de la caída y explosión de fragmentos de los aviones no tripulados en aeródromos rusos, la piel del casco de dos aviones resultó levemente dañada«.
Según la evidencia recabada por diferentes medios, al menos dos bombarderos Tu-95MS de Engels y un Tu-22M3 de Diaghilevo resultaron dañados, y probablemente hayan quedado fuera de combate por unos meses. Medios de información pro-rusos también dan cuenta de que, como resultado del ataque, tres militares fallecieron y seis resultaron heridos, cuando uno de los artilugios ucranianos impactó contra un camión de combustible que se encontraba en la pista.
Very high resolution satellite image of the damaged Tu-95 at Engels Air Base.
December 5, 2022 https://t.co/hlxd0XsxSB pic.twitter.com/zWaVcDZLM2
— Sarah Hansen (@SarahHa42) December 6, 2022
Y por la noche se produjo otro ataque, esta vez a un aeródromo militar en la región de Kursk. Nuevamente se habría tratado de un dron suicida ucraniano.
El ingenio al servicio de la necesidad
Aparentemente, las fuerzas ucranianas se las ingeniaron para transformar antiguos drones de reconocimiento soviéticos Tu-141 Strizh en armas de ataque de largo alcance, con la adición de una cabeza de combate improvisada.
Los Tu-141 sirvieron en el Ejército Rojo, principalmente en el frente occidental, entre 1979 y 1989. Se trata de aeronaves teledirigidas destinadas al reconocimiento táctico/estratégico, ya que cuentan con un alcance de cerca de 1.000 km y una velocidad de 1.000km/h.
A partir de la anexión de Crimea por Rusia y el inicio de la guerra del Dombas, Ucrania volvió a poner en servicio los Tu-141 con los que contaba al momento de la disolución de la Unión Soviética.
A partir de marzo de este año, surgieron reportes de que uno de esos artefactos cayó en suelo ucraniano y de que otro, tras volar sobre Rumanía y Hungría, terminó impactando en frente de un campus estudiantil en Zagreb, la capital de Croacia. Evidentemente, hicieron falta varios intentos y ajustes en el sistema de guiado para que los Tu-141 pudieran convertirse en medios de cierta efectividad.
Efectos del ataque ucraniano
Si bien los ataques a las bases de bombarderos rusos no produjeron grandes daños, si son significativos por varios motivos.
Ese mismo día, Moscú desató otro ataque masivo con misiles de crucero sobre las instalaciones críticas de Ucrania, produciendo graves daños en la infraestructura eléctrica, de agua y comunicaciones. Son los bombarderos como los Tu-95 o Tu-160 los encargados de lanzar la mayoría de estos misiles de crucero. La incursión de los Tu-141 ucranianos se produjo, parece ser, durante la preparación de los bombarderos para el ataque de ese día, cuando habría combustible y munición en la pista. Esto quiere decir que Kiev contaba con una buena inteligencia, que les permitió optimizar sus escasos medios ofensivos para lograr el máximo potencial de daño, atacando durante el momento más crítico del alistamiento de los bombarderos.
Por otro lado, también envía un mensaje a Moscú que dice “nosotros también podemos alcanzarlos”. Estos fueron los ataques a mayor profundidad detrás de las líneas defensivas rusas hasta ahora. Varios medios rusos se preguntaban dónde estaban los sistemas de defensa área, que deberían haber prevenido el ataque a estas bases de importancia estratégica. La pérdida de uno solo de estos bombarderos hubiera supuesto un daño muy grave al esfuerzo bélico de Moscú y a su capacidad de disuasión nuclear.
Rusia va a tener que tomarse más en serio la amenaza de largo alcance que planeta Ucrania y desplegar los medios defensivos adecuados para la protección de sus instalaciones más importantes. Y como esos medios anti-aéreos no parecen estar sobrando, van a tener que ser sacados de otros lados, posiblemente del frente.