Como en nuestro viaje del año pasado cruzamos muchos aeropuertos de Londres a Johannesburgo con RwandAir, tuvimos la oportunidad de fotografiar sus operaciones más de cerca.
Primera parte: Londres-Bruselas-Kigali
Segunda parte: Kigali-Johannesburgo
Tercera parte: fotogalería del viaje (está aquí)
Las fotos fueron muy interesantes desde el punto de vista del planespotting — no todos los días se puede visitar la rampa, y menos aún en un país extranjero.
Plataforma de Kigali
Tras llegar de Londres/Heathrow vía Bruselas, nos esperaba un representante de la compañía aérea, así que pudimos hacer algunas fotos desde la plataforma antes de dirigirnos a la terminal.
En cuanto a los aviones de fuselaje ancho, RwandAir cuenta actualmente con una flota de un Airbus A330-200, un A330-300 y otra unidad de la serie -200 que se incorporará a la flota en breve, según Planespotters.net.
Los aviones de fuselaje ancho conectan actualmente, según la aplicación Diio Mi de Cirium, Kigali con Bruselas, Lagos y Londres/Heathrow sin escalas. Desde hace tiempo, la aerolínea tiene previsto volar también a Estados Unidos y París.
Más allá del largo recorrido, la flota de corto recorrido de RwandAir ofrece una red relativamente diversa dentro de África. Según The Africa Report, Luanda y Maputo se unirán a la lista de destinos en un futuro próximo.
Las inversiones del Estado de Qatar permitirán una mayor expansión. Las negociaciones para que Qatar Airways tome una participación del 49% en RwandAir llevan años en marcha y, según el mismo artículo de The Africa Report, se trataría en gran medida de una inversión impulsada por el gobierno, en la medida en que está siendo coordinada por la diplomacia qatarí.
Fotos de la galería de abajo por Thiago Trevisan
Después de estas fotos, era hora de ir a la sala VIP y esperar nuestro próximo vuelo.
Parada en Lusaka
Tras llegar por fin a Lusaka (¡lean los reportes anteriores!), tuvimos la oportunidad única de pasear por el 737-800 de RwandAir durante su cambio, donde descargaría y cargaría de nuevo para el último salto a Kigali.
La luz también ayudó. Era de un dorado espectacular, justo a la hora del atardecer.
Fotos de la galería de abajo por Thiago Trevisan